La vivienda urbana en Chile durante la época hispana (Zona Central)

CASO 1 Alameda de Yungay Casa de la antigua Chacra Mardones Al observar el Plano de la Ciudad de San Felipe levantado por Nicanor Boloi'la en el año 1895, es posible apreciar que la trama fundacional ha tras– pasado las alamedas norte y sur, límites originiales de la ciudad en esas direcciones, curnpliéndos 1 e en el tiempo con una de las recomendaciones incluida en las 17 lntrucciones entregadas por Manso de Velasco con ocasión de la fundación de la villa en 1740. la cual señalaba que: "... Ha de tener particular cuidado en que ninguna calle se tape con pretesto alguno, i porque pudiere crecer con el discurso del tiempo la población, tambien lo tendrá, en que fuera de los muros y linderos, que hoi tiene la Villa segun el mapa, de las que se hicieren se hagan siguiendo/o el órden i forma de la Villa, dejando abierta las calles de la misma latitud i de trece varas ... " Sin embargo no ha ocurrido la misma situación hacia el oriente y ponientede la población, donde las alamedas limitan inmediatamente con extensas propiedades agríco– las que contienen la propagación del damero dieciochesco. Ellas al parecer tuvieron su origen en la asignación o venta de terrenos pertenecientes al Cabildo de San Felipe a finales del siglo XVIII. En el lado oriente, avanzando de sur a norte, aparec,e en el sector denominado "Merced Vieja" , aledaño al río Aconcagua - donde existía el Molino de los Padres Mercedarios -, la Chacra El Carmen. Enseguida. una segunda propiedad, de la cual no se indican ante– cedentes , se desarrolla cuatro cuadras a lo largo de la Alameda de Yungay, desde la Alameda de las Delicias hasta la Calle Real de los Andes. Luego, la calle anterior de por medio, se ubica la Chacra Parref'lo, abarcando tres cuadras de extensión. Fi– nalmente, al norte de la prolongación oriente de la Alameda de Chacabuco. se inicia la Chacra Mardones,queconstituyeel presentecaso enestudio. Su propietario original fue don Bias Mardones, quien mandó construir la vivienda que en parte aún existe, al finalizar el siglo XVIII. La situó al sur poniente del terreno, en el costado oriente de la Alameda de Yungay que se extendía una cuadra al norte de la Alameda de Chacabuco, en lo que cons– tituía una amplia explanadaque antecedía la fachada principal de la vivienda. Con el correr del tiempo este espacio urbano empezó a ser designado corno Pla- 126 zuela Mardones, siendo ocupado en la actualidad por el Club de Tenis de San Felipe. La propiedad de la chacra y vivienda pasó luego a poderdedon José SantosMardones, hermano del anterior, permaneciendo por largo tiempo en manos de la misma familia. Posteriormente, a prin– cipios del siglo XX, es adquirida por don José Elorza Uriona,quien introduce transformaciones en lafábrica original por los años 1930-1935. A mediados del mismo siglo su propietario es don Pablo Casas A.. el cual nuevamente realiza ciertos arreglos y modifi– caciones. En la actualidad. desde el ano 1~. es ocupada por el Club Social de San Felipe, lo que ha significado una adecuación de sus recintos acorde a su nuevo destino. (1) Las distintas modificaciones y consecuencias de los habituales terremotos han determinado que de la construcción original sólo permanezca partedel área principal de la vivienda. Esta se desarrolla en torno a un amplio patio principal, cuyas dimensiones se explican dada la ubicación, destino ytarnano de la propiedad primitiva. Las crujías sur, poniente y, po– siblemente la oriente , debido a la proporción de sus diferentes recintos, deben haber agrupado las de– pendencias de la familia. mientras que la crujía norte, conformada por dos extensos recintos de vanos altos y escasas terminaciones interiores, con segu– ridad constituía las bodegas, estrictamente contro– ladas,de la chacra que sedesarrolla al orientey norte de la propiedad. La existencia de un acceso inde– pendiente a esa área, ubicado más al norte, posibilita que las diferentes funciones no se entorpezcan. Por otra parte, el desfase que presenta en planta el zaguán de acceso respecto del patio , podría expli– carse precisamente por el uso que se hacía de las distintas crujías, ubicándose inmediatamente junto a la zona de recibos y habitaciones. Originalmente este espacio abierto ordenador poseía corredores en sus cuatro costados, de los cuales se conservan los de los lados norte, poniente y sur. Los dos primeros aún mantienen elementos de notoria antigüedad , constituidos por pilares de sec– ción circular que descansan sobre basas de piedra. En la parte superior se ubican sopandas que sopor– tan las vigas encima de las cuales se arma las techumbre de los corredores, que son la prolonga– ción de la cubierta de la crujías adyacentes. La única elevación principal de la vivienda que enfrentaba la antigua plazuela se caracteriza por su simpleza de composición, la que no se diferencia del

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