La vivienda urbana en Chile durante la época hispana (Zona Central)

borar en un plano conservado en la Dirección de Alcantarillado de La Serena. Si el exterior de la vivienda, como se ha ca rac– terizado, no resulta particularmente llamativo , la or– ganización planimétrica, en cambio, conserva cier– tas soluciones originales o incorporadas en el tiempo que determinan que este caso adquiera un interés singular. El área principal, adyacente a la fachada del acceso, es de proporción cuadrada, reflejando la forma del patio central en torno al cual se organizan sus distintos recintos. Hay que señalar que, al igual que otros casos estudiados , laortogonalidad general y específica de cada espacio manifiesta la defor– mación romboidal que es propia de la traza fundacional de la ciudad y que se transmite inde– fectiblemente a las construcciones, sobre todo, a aquellas ubicadas en el encuentro de calles, como en este caso. La planta de esta zona de la vivienda - en torno al primer patio - presenta una estudiada simetría respectodel eje longitudinal trazado imaginariamente desde el zaguán de ingreso hasta la antigua cuadra que lo enfrenta al otro costado del espacio abierto central. Este núcleo organizador, a su vez, presenta corredores en sus cuatro costados , lo cual es una solución no habitual en la tipología arquitectónica establecida donde lo común es que el primer patio posea un carácter austero, casi ingrato, definido solamente por los planos de fachada de las cuatro crujías perimetrales. En este caso, esta innovación singular es producto de una modificación espacial que, dadas sus características formales, debe haber ocurrido durante la segunda mitad del siglo XIX, obligando , además -debido al aumento de las crujías por la incorporación de los corredores exteriores ·, a la prolongación de las cuatro vertientes de la techum– bre que caen hacia el patio que ocultaron y bajaron virtualmente, por ende , la altura original de los para– mentos verticales. Esta situación explica que el arco de medio punto ejecutado en piedra que conformaba el vano en que desembocaba el zaguán en el primer patio, quedase bloqueado por el nivel de cielo del corredor sur. Quizás sea por esta causa, sumada a la influencia de los modelos formales en boga en aquel entonces en la arquitectura serenense , que se decidió su reemplazo por un inusual y falso arco apuntado, forzadamente inscrito en el vano primitivo, pudiendo ser fácilmente detectable en la actualidad el relleno que fue necesario realizar para suplir el espacio vacío entre las curvas disímiles de ambos 106 arcos como , asimismo, la piedra del vano original oculta por una capa de revoque. La intromisión de tan desacostumbrado ele– mento formal se complementa con una mampara que se ubica en el zaguán detrás del portón de acceso, compuesta por un arco apuntado central correspondiente a una puerta y dos arcos laterales de menor tamaño , igualmente apuntados, que cumplen la función de ventanas. De esta manera, el zaguán ,debido a la incorporación de estos elementos formales, presenta una impronta historicista neo– gótica bastante evidente que, aparentemente, r~sulta extraña para el tema de la vivienda, pero que, sin embargo, luego de recorrer la ciudad y observar sus antiguas construcciones, empieza a surgir como una constante formal recurrente. Así, el modelo más común de reja de protección que es posible conta– bilizar en las ventanas de las viviendas decimonónicas,corresponde a undiseño compuesto por una sucesión de arcos apuntados entrecruzados en la parte superior. Igualmente, aunque en conta– dos casos, es posible encontrar mamparas neo– góticas de delicada carpintería, incluso de mejor calidad que la del caso analizado. Sin embargo, es en la casa en estudio donde en la actualidad la referida influencia neo-gótica se hace más evidente. En cuanto al tratamiento formal del patio de ingreso, sus corredores porticados perimetrales es– tán compuestos por sólo tres pilares por lado, defi– niendo amplios tramos entre cada apoyo vertical, los cuales son de forma cuadrada y esbelta proporción, descansando sobre sutiles basas de piedra circula– res. Existe, además, entre cada pilar, una liviana reja metálica a modo de una barandilla de geométrico diseño. Allí emerge nuevamente el motivo del arco apuntado, que sirve para delimitar los corredores del patio propiamente tal , que otrora fue un cuidado jardín. Son estos dos aspectos - la presencia de formas neo-góticas asociadas habitualmente a la arquitectura religiosa y la concepción espacio fun– cional del primer patio · los que imprimen a este sector de la vivienda una atmósfera conventual que ha dado pie para que se rumoree, sin mayor funda– mento, que esta construcción sirvió en el pasado como monasterio. Respecto de la planimetría del resto de la vivienda, ésta resulta igualmente interesante. Se puede constatar la existenciade un segundo patio de forma rectangular que organiza espacial y funcionalmente el área a continuación de la zona de

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