La vivienda urbana en Chile durante la época hispana (Zona Central)

ubicaba en idéntica posición , exactamente una cua– dra más al norte de la vivienda en estudio. Ello quedó así registrado en el censo realizado por la parroquia en el año 1812 el cual señala que en la " ... calle de SanAgustín que comienza desde las Melendres asta (sic) la barranca del mar "la vivienda empadronada con el N 9 4 es habitada por "Don Antonio Cavada, más dos..." Por otra parte, la vivienda N 9 5 está ocupada por " ... Mercedes Cavada, más dos..." Si bien no es posible ligar documentalmente estos primeros testimonios del apellido Cavada con la familia Cavada que habitó largo tiempo la vivienda en estudio, ello no significaque existacierto grado de probabilidadde que esta últimadesciendade aquellos primeros vecinos que vinieron a establecerse en el barrio de Santa Lucía en tan lejanos años y particu– lares circunstancias. La sola coincidencia y perma– nencia del apellido en una misma localización urbana es el principal aval a favor de esta hipótesis. La vivienda en cuestión se ubica, como ya ha sido mencionado, en un solar esquina enfrentando la manzana que en la actualidad ocupa en su totalidad el tradicional "Liceo de La Serena", institución que inició su funcionamiento en este lugar. en un antiguo edificio ya desaparecido, en el año 1868. Al examinar la planimetría de la construcción surgen inmediatamente las características urbano– arquitectónicas que son propias a la tipología esta– blecida. El terreno donde se desarrolla la vivienda, de dimensión menor en su frente que en un solar tradi– cional, repite la orientación norte-sur determinado por el sistema de acequias destinado a alimentar con agua los diferentes sitios de la planta de la ciudad. El tamat'lo más reducido del solar condiciona igualmente una vivienda de programa arquitectónico más com– pacto, evidenciando el carácter del barrio que, res– pondiendo a una ubicación secundaria dentro de la conformación urbana. es ocupado por vecinos de menores recursos económicos respecto de aquellos que habitan en las amplias casas del área central de la ciudad. Sin embargo dentro de este contexto, la vivien– da exhibe cierta jerarquía fácilmente reconocible, sobresaliendo por su disposición en el encuentro de dos calles que enfatizan su volumetría compacta y unitaria e impone la característica solución de pilar– esquina de piedra, el cual articula las dos fachadas en escuadra desarrolladas a lo largo de las calles Gandarillas e Infante. De estas dos destaca la com– posición y el tratamiento formal de la elevación principal que mira hacia el norte - calle Gandarillas - donde el acceso, ubicado en el eje de simetría, está jerarquizado por una sobria portada igualmente rea– lizada en piedra caliza. Hay que señalar, en este caso, que el enmarque del acceso compuesto por pilastras laterales, arco rebajado y cornisa superior, queda contenido en su parte alta por el alero corrido en que remata el faldón de la techumbre, acentuando de este modo el carácter neo-clásico de su compo– sición, subordinado al orden general de fachada. El programa de recintos de la vivienda posibilita la conformación de un solo patio central en torno al cual se organizan los distintos espacios y funciones. Esto determina cierta adecuación en la distribución convencional. En este caso los recintos privados. relegados habitualmente al segundo patio, quedan obligadamente incorporados y vinculados al patio de ingreso. Ocupan preferentemente las crujías hacia la calle, encuyo vértice de encuentro se ubica el recinto que posibilita claramente un uso público dada su conexión directa e independiente con ambas calles. La cuadra, es quizás, el único recinto que mantiene su localización tradicional, es decir, rema– tando el eje de acceso y constituyendo unacrujía que limtta entre el patio de llegada y el espacio libre posterior. En su fachada hacia el espacio de ingreso presenta un par de ventanas que, según las descrip– ciones de época, solían estar decoradas con elabo– radas rejas a través de las cuales la gente curiosa que ingresabaal primerpatio participabaveladamente de las animadas tertulias que se desarrollaban en su interior. La elevación contempla, además, un par de vanos por tos cuales se da paso en el del lado poniente a un zaguán que relaciona la zona posterior de la vivienda. mientras que el del oriente comunica directamente con un área dentro de la cuadra, des– tinada presumiblemente a comedor y separada de la sala de recepción propiamente tal por una especiede tabiquería compuesta por paños desmontables de puertas vidriadas de delicado diseño, permitiendo en ciertas ocasiones la unificación de ambos espacios. Elfo constituye una innovación y refinamiento fun– cional que hemos visto repetirse en otros casos similares. Dadas las características de sus disenos, trabajo de carpintería y estucos de yeso, es sin duda un adelanto introducido en el espacio original que hizo escuela en la arquitectura residencial sere– nense durante la segunda mitad del siglo XIX, influ– enciada fuertemente por el historicismo deci– monónico. Igualmente novedosa es la circulación de 101

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