Casas de Playa Ancha : la vivienda de fines del siglo XIX en Valparaíso

111. ENSAYO DE VALORACION En la historia urbana de Valparaíso, la tipología de vivienda que se desa– rrolla en Playa Ancha a fines del siglo XIX y principios del siglo XX se desta– ca porque posee caracter ísticas definidas que emanan de las condicionantes de época y de lugar, participando a la vez de los movimientos culturales de di– fusión mundial. Soluciones similares se encuentran en la arquitectura habita– cional de o tros cerros de Valparaíso y en Viña del Mar, pero ali í constituyen grandes mansiones, verdaderos palacetes que en los últimos años han ido desapareciendo, a diferencia de lo que ocurre en Playa Ancha, que conserva la homogeneidad de sus medio construido. Factores socio-económicos se enlazan para gestar las poblaciones ini– ciales. En la primera subdivisión de la tierra, figuran dos poderosas familias que en el último cuarto del siglo pasado proceden a urbanizar sus propieda– des. Se establece así la Población San Juan del Puerto, que l leva el nombre de su fundador Juan Aguayo, como una demostración más de su carácter brioso; por su par te, la famil ia Waddington establece la Población Bueras. en las in– mediaciones del f uerte que recuerda al coronel Santiago Bueras Avaria, falleci– do en acción en la batalla de Maipo. En un lento proceso, subdivisiones pos– teriores permiten la formación de los lotes individuales y la construcción de las viviendas. Sin embargo, no es de extrañar que la evolución legal de la pro– piedad consigne, todavía en el último decenio del siglo X IX, pertenencias más amplias que l igan la historia previa de los terrenos, como se observa en los dos grandes predios del CASO 1, que admite la formación de 12 lotes, y en la comunidad de los CASOS 2 y 3; 4 y 5; 5 y 6; 7 y 8; 13 y 14. El factor económico es una de las condicionantes que abre las perspec– tivas favorables a los negocios en bienes raíces. Tras el sismo del 16 de agosto de 1906 y con el estímulo de la celebración del centenario de la Independen– cia Nacional, la expansión urbana orienta las inversiones hacia la reciente ur– banización del cerro de Playa Ancha. Entre los casos estudiados, hay dos ejemplos que constituyen manifestaciones incipientes de comercialización de b ienes raíces; ellos son el Pasaje Harrington con 7 viviendas y el conjunto de Quebrada Verde con 5 chalets. Las fam ilias que se instalan en el nuevo barrio provienen de un sector de la clase media porteña que se encuentra en un efectivo período de ascenso social, con aspiraciones que se canalizan en un mejoramiento de la calidad de vida a través del refinamiento de usos y costumbres, de las nuevas p erspectivas que aportan los viajes y del acceso a una educación superior. Chilenos y ex- tranjeros arraigados en Valpara íso componen este grupo social que comparte un área habitacional, envía sus hijos a los mismos establecim ientos y estrecha vínculos en relaciones permanentes de índole política y económica, así como en las periód icas t ertu lias literarias, musicales, o simplemente, de convivencia social. Existe correspondencia entre la unidad que expresa la t ipología de vi– vienda y la homogeneidad que presentan en sus demandas programáticas las familias prop ietarias i niciales, si bien difieren sus actividades productivas. En un variado friso, se detecta la presencia de prósperos comerciantes como Will iam R. Goldrick y Pablo Emi lio Bareyre; diplomáticos como Einar Rosenqvist y Augusto Ouvrard; profesionales como el méd ico Rafael V iancos y el arquitecto Esteban Orlando Harrington; intelectuales como el historiador Roberto Hernández Cornejo; altos funcionarios públicos como Ju lio Mansill a y Wenceslao Campusano; autoridades municipales como el alcalde Luis A lberto González; m iembro de las fuerzas armadas como el almirante Braulio Bahamonde y el comandante Baldomero Pacheco; t écnicos como el tipógrafo Guil lermo A. Rohde. El programa arquitectónico básico de las viviendas adqu iere mayor com· plejidad con la adición del escri torio y del costurero, zona de trabajo en el hogar; el aumento del número de dorm itorios y la ampliación e importancia de los recintos de recibo, según el caso. En la planimetría se observa una situación de transición hacia solucio· nes preconizadas por los movimientos de arquitectura moderna. Si se recuer– da el proceso de cambio que afecta a la organización espacial, se nota que el esquema del siglo XVII I se modif ica a través del siglo XIX. superponiendo el segundo patio - zona p rivada- sobre el primero, conservando un amplio re– cinto central que cumple las funciones del patio colonial . En este sentido, di– cho espacio complementa la fluidez de las circulaciones internas, adopta ca– racter ísticas de estar informal, y busca mediante claraboyas y linternas la i lu– minación natural y la vista del cielo enmarcado. A l respecto, representan solu– cines extremas el CASO 12, todavía apegado al esquema del siglo XVI II, aunque en forma parc ial. y el CASO 4, que posee un desmesurado vest íbulo de d istr ibución. En la aproximación a los planteam ientos del funcionalismo. un equ il ibrado ejemplo de ap licación de los nuevos conceptos lo constituye A rtillería NO 156, con una clara zonificación estratificada por pisos y con una circulación reducida a una mínima expresión. 99

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