Casas de Playa Ancha : la vivienda de fines del siglo XIX en Valparaíso

26 CASO 3. AVEN IDA GRAN BRETAÑA NO761. La tercera vivienda del recorrido iniciado por la avenida Gran Bretaña se encuentra ubicada, al igual que la anterior, en la manzana XXVI del plano pri– mitivo de la Población Bueras. En el año 1894, Julio Moreno adquiere estos terrenos mediante la compra directa a la heredera de este sector de la pobla– ción, Elena Souter v. de Waddington. Su intención no es construir, sino co– mercial izar el predio, subdividido en lotes desiguales, pues aunque en el plano se consulta idealmente el trazado reticular, en la realidad ocurre que la manza– na se encuentra cortada en dos secciones irregulares por el antiguo Camino de Cintura. Así, en el año 1900, Julio Moreno vende una parte a Einar Rosenqvist Rynning; según se acaba de establecer en el caso precedente, en 1902 Arturo Fernández Vial adquiere el otro segmento de la manzana donde, tras varias transacciones, se construye en 1912 la vivienda de avenida Gran Bretaña Nº 766. En lo que respecta al terreno que adquiere Einar Rosenqvist, tiene for– ma triangular y una superficie de 1500 m2; su lado mayor enfrenta el enton– ces denominado Camino de Cintura, hoy avenida Gran Bretaña. En el año 1902 inicia la edificación de su casa, cuyo proyecto encomienda al arquitecto Carlos Federico Claussen. Einar Rosenqvist se desempeña en el cargo de Cónsul General de Norue– ga en Valparaíso, de modo que el programa de la vivienda responde en este caso a las necesidades del ejercicio diplomático y de la vida familiar. Los habi– tantes permanentes están constituidos por el matrimonio, cinco hijos y tres personas de servicio, a lo que se suman algunos huéspedes ocasionales. La zo– nificación se desarrolla claramente diferenciada en cuatro niveles, contem– plándose en el zócalo, recintos de guardar y bodega de vinos; en el primer pi– so, variadas dependencias de recibo y de servicio; en el segundo piso, los dor– mitorios principales y dos baños; y en la mansarda, tres amplias salas de juego, con equipo de billar. Se advierte un elevado nivel de comodidad que se ma– nifiesta en los diversos salones, de generosas dimensiones; en la disposición de los diez dormitorios, que van componiendo zonas más privadas; en la con– sideración de espacios para el esparcimiento; y en las completas instalaciones de servicio, que incluyen siete baños y una cámara de sauna. La circulación se realiza a través del vestíbulo central de distribución; además, los vanos que relacionan los recintos generan circuitos internos de mayor privacidad. El proyecto original especifica una importante escalera que conecta verticalmente todos los niveles; con el transcurso del tiempo y la su– cesión de propietarios, cuando la casa unifamiliar se transforma dando origen a una vivienda por piso. se elimina esta escalera central y se construye otra ex– terior, adosada a la elevación sur. La solución estructural adoptada corresponde al uso tradicional de la madera, en forma de un entramado soportante y relleno de adobillo; difiere el primer piso, cuyos muros están constituidos por adobones, si bien afianza– dos con pilares esquineros y refuerzos intermedios de roble pellín. De esta misma madera se especifica el envigado de techumbre, resuelto con piezas de importantes escuadrías. La vivienda se emplaza al centro de un amplio terreno, que posee trata– miento de jardín con frondosa arboleda y que tiene por límites solamente las calles Amunátegui, Federico Errázuriz y avenida Gran Bretaña, con un frente a esta última que mide 76,85 m. Su implantación aislada asegura favorables condiciones de asoleamiento, iluminación natural y vista al mar; la disposi– ción del acceso por la vía de mayor importancia, que coincide con el nor-– oriente, abre la elevación principal hacia una calle de permanente movimien– to, acentuando su presencia urbana en Playa Ancha. En la actualidad, su condición de isla aparece menoscabada, debido a las construcciones contiguas derivadas de las sucesivas ventas parciales de su terreno primitivo. La envergadura de esta obra tiene su máxima expresión en la solución volumétrica, notable acierto del arquitecto Carlos Federico Claussen. Las cua– tro elevaciones poseen un tratamiento de entrantes y salientes que contribu– yen a apoyar la composición tridimensional, coronada además por el comple– jo juego de la techumbre. La intención del proyectista de producir una acen– tuada dominante vertical, se capta en la proporción de los vanos, en la dispo– sición del tinglado de madera exterior, y en los apuntados techos que permi– ten que sea perceptible desde variadas perspectivas en la suave pendiente del cerro. La riqueza y la laboriosidad de las terminaciones denotan la cuidadosa elección de los materiales y la exigencia de una mano de obra idónea. Desde el punto de vista formal, la composición arquitectónica partici– pa del impulso ascendente que expresan las obras del movimiento historicis– ta adscritas a la corriente neogótica, materializada en este caso con toda pro– piedad en su versión en madera. Einar Rosenqvist es ingeniero y seguramente interviene en el proceso constructivo de la vivienda; pero su mayor influencia rad ica en la formulación de un programa en que plantea expectativas de una calidad de vida muy su– perior al promedio de la época en Valparaíso, expectativas que el arquitecto Carlos Federico Claussen interpreta en su obra con indiscutible calidad arqui– tectónica, logrando concretar en la señorial mansión una respuesta a la posi– ción social y económica de la familia propietaria.

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