Casas de Playa Ancha : la vivienda de fines del siglo XIX en Valparaíso
En diferentes fechas, Josué Waddington y Juan Aguayo manifiestan intenciones de subdividir sus respectivas propiedades con el objeto de estable· cer sendas unidades habitacionales. La concreción de ambas iniciativas, que da nacimiento a la Población Bueras y a la Población San Juan del Puerto, se registra en el plano elaborado en 1875 por el ingeniero J.B. Mannheim, rati· ficado en 1877 en la Dirección de Obras Públicas, en el cual se observa que no hubo un criterio ordenador general. En efecto, las calles de una y otra pobla· ción no presentan solución de continuidad y aparecen claramente seccionadas por la avenida Playa Ancha, que se transforma en un importante eje de servi– cios de las dos poblaciones. Con el paso del tiempo, esta vía integra el centro urbano de Playa Ancha que preside la plaza Waddington y sus inmediaciones, donde se encuentran instalaciones religiosas como el Convento de Santo Domin· go y otras de índole recreativa, como el Teatro Odeón y el Teatro Iris. En rigor, cabe señalar que la intención de aplicar un trazado basado en la cuadrícula se desvirtúa en la realidad; en general, es poco perceptible, debi· do a las condiciones topográficas caracterizadas por la profunda penetración de las quebradas y los acentuados desniveles del terreno, a lo que se suma la persistencia de los senderos históricos que coinciden con las curvas de nivel. Este es el origen de la avenida Gran Bretaña, verdadero mirador marítimo que recorre el borde del llano a la cota de 100 m. siguiendo todas las anfractuosi· dades del terreno y generando ángulos visuales de gran belleza natural. De igual modo, la avenida Playa Ancha corresponde al antiguo camino del Arrayán que comunica el cerro Artillería con la caleta de los Pescadores, cuya playa recibe el nombre de Las Torpederas después de la guerra de 1879. A su vez, la interesante disposición de amplios espacios públicos que presenta el trazado de plazas casi contiguas en la población San Juan del Puerto, se ha ido desdibujando sumida en la densidad habitacional del área. La población Bueras ostenta un trazado ortogonal que coincide con los cuatro puntos cardinales, en cuanto a los lados de las manzanas; mientras las vías que bajan de sur a norte sólo relacionan la población con el borde y el mar abierto, las calles que corren de poniente a oriente se ligan visualmente a la cercana actividad de la poza y el puerto, acentuando una evidente integra– ción de la zona con la ciudad. Menos volcada hacia la faena portuaria inmedia– ta, la población San Juan del Puerto reconoce a la avenida Playa Ancha como eje rector y tiene una trama vial resuelta con cauces que la vinculan con leja– nas perspectivas de las partes altas de la ciudad, la captación del anfiteatro porteño casi completo y la infinitud del Océano Pacífico. Juan Aguayo y Josué Waddington son caracterizados vecinos de Val– paraíso. Juan Aguayo, dueño de los terrenos de Quebrada Verde, se convierte en 1869 en el propietario de un extenso sector del llano de Playa Ancha. Casado con Carolina Mondaca, pone de inmediato énfasis en la creación de una uni– dad habitacional, provocando una verdadera situación de emulación con res– pecto al complejo urbano contiguo, ya proyectado. En el curso de los trámites legales, ingresa a la Municipalidad en primer término la proposición de la familia Waddington, y aunque el trazado que pre· senta Juan Aguayo, igualmente en damero, no se articula con el anterior, ob· tiene de todos modos su aprobación en 1875. Personalidad de indudable em– puje, logra su objetivo presionando con el ofrecimiento de ejecutar la urbani· zación de inmediato; además, enfatiza la creación de generosas áreas públicas con el nombre de Plaza de la Constitución y Plaza de la Libertad, a las que se suma la cesión de una manzana para la edificación de oficinas fisca les. Juan Aguayo acepta las condiciones que plantea la Municipal idad , casi todas referidas a las d enominaciones y al ancho de las calles y avenidas, de 10 y 15 m. respectivamente; sólo rechaza el artículo que lo compromete a pro· porcionar agua, ya que no tiene la posibilidad de hacerlo. Ciertamente, lapo· blación se urbaniza recién hacia 1889 y la dotación de agua potable se obtiene en 1901, tras el embalse ejecutado por la Dirección d e Obras Públicas; existe un acueducto que nace en el Lago Peñuelas, de cuya matriz se desprende un ramal que surte a Playa Ancha. En cuanto al resto de la infraestructura, cabe señalar que la Compañía de Gas establece un servicio de alumbrado público que dura hasta 1906 y un servicio domicil iario hasta 1925; las redes de alean· tarillado comienzan a tenderse en 1888, año en que inicia sus servicios la Empresa de Desagües. Juan Aguayo fallece en 1889; su esposa, que le ha secundado en todos sus afanes, se hace cargo de continuar la comercialización de la población. En lo que respecta a Josué Waddington, pertenece al más alto nivel so· cial y económico del puerto. De origen inglés, se radica en Valparaíso y con– trae matrimonio en 1838 con Rosario Urrutia Gutiérrez, natural de Santiago. De esta unión nacen ocho hijos varones: José Gu illermo, casado con Elena Souter; Carlos Federico; Luis; Roberto; Josué Segundo; Manuel Silvestre; Enrique y Rafael. La fortuna de Josué Waddington comprende numerosas propiedal!les de gran envergadura que en forma precursora comienza a subdi· vidir, contribuyendo a la generación de nuevas áreas urbanas con el consi– guiente adelanto de la ciudad. Tras su deceso, acaecido hacia 1874, y habien· do enviudado en 1871, la sucesión, integrada por los hijos sobrevivientes y sus herederos, es la encargada de continuar este proceso, ejecutando los loteas y la venta posterior de los terrenos. ESQUEMA DE LOS LIMITES HISTORICOS 1841 JOSUE WAOOINGTON 1869 JUAN AGUAYO -• -• 1870 ELIAS RIOFRIO 13
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