Casas de Playa Ancha : la vivienda de fines del siglo XIX en Valparaíso
10 La instalación de la orden de Santo Domingo en un predio cedido por Rosario Urrutia de Waddington en 1857, constituye un hito importante en la historia de Playa Ancha. Si bien los padres dominicos sólo poseen el conven– to, la escuela pública de enseñanza gratuita y una capilla, ya que por sucesivos contratiempos nunca logran llevar a término la construcción de una iglesia, su influencia espiritual es significativa; devociones como la que genera la celebra– ción de la festividad de Pompeya dedicada a Nuestra Señora del Rosario, pro– mueven verdaderas romerías semanales no sólo a nivel de Playa Ancha sino en el ámbito de toda la ciudad. El apoyo que representa la sostenida obra de los religiosos de Santo Domingo desde la inauguración de sus dependencias en 1860, es un estímulo para el incremento de la población del cerro, que se con– solida en las décadas siguientes. En el último cuarto del siglo XI X, Playa Ancha define claramente un marcado destino habitacional. Con anterioridad, existen algunas viviendas diseminadas, de propiedad de oficiales relacionados con la actividad militar de la zona. Pero el proceso histórico de Valparaíso trae consecuencias que modi– fican el rol fundamenta l de este cerro. Factores de índole política, económi– ca, social y cultural, van produciendo cambios a través del período. Es la época del llamado parlamentarismo, inestable régimen de gobierno caracteri– zado en nuestro país por la conflictiva oscilación del poder entre el ejecutivo y el legislativo, en cuyo juego se origina el nacimiento de nuevos partidos y movimientos políticos; se organizan por primera vez la clase media y la clase trabajadora. desplazando a la clase social que basa su poder en la propiedad de la tierra. El auge minero, derivado del reciente descubrimiento del yac1m1ento de plata de Caracoles, de la explotación del salitre y de la favorable cotiza– ción del cobre en el mercado mundial, produce una bonanza económica per– ceptible en todos los sectores. Se desarrolla el negocio bancario, al imentado por la condición de plaza financiera que asume Valparaíso; se establecen nue– vos grupos extranjeros que acrecientan la actividad comercial e influyen el ámbito porteño con el ejemplo de su forma de trabajo y de vida, corno es el caso de las comunidades integradas por ingleses, alemanes y norteamericanos. los niveles medios de la población aspiran a una superación mediante la educación, a la cual comienzan a tener acceso a través de la enseñanza téc· nica y profesional, que se convierte en su canal de ascenso social. Justamente, el estrato más elevado de la clase media protagoniza el poblamiento de la me– seta de Playa Ancha, en un proceso migratorio posible debido a su alto po– der adquisitivo, proceso que se acelera con el impulso de factores de tan di– verso orden como el terremoto del 16 de agosto de 1906, que destruye de ma– nera irrecuperable la zona plana de El Almendral; la saturación de los cerros Alegre y Concepción, predilecto paraje donde habitan las familias más pu– dientes; y, la celebración del centenario de la Independencia Nacional, natu– ral estímulo para todas las iniciativas de mejoramiento urbano. la alternativa de inversión es el llano de Playa Ancha; la reciente urba· nización de las poblaciones Bueras y San Juan del Puerto, facilita la adquisi– ción de lotes donde se construyen amplias viviendas que responden a los plan– teamientos de un programa arquitectónico generoso, ejecutado en una mate– rialización de excelente nivel. 2. PROCESO DE LA ESTRUCTURA URBANA. la ocupación inicial del territorio de Playa Ancha se produce con una finalidad militar, formando parte del plan de acción destinado a la defensa de Valparaíso, puerto de embarque del oro y del cobre enviado a España en los comienzos de la época colonial. Al respecto, las crónicas señalan que en 1594, el cap1tan Alonso de Alvarado se instala con un pequeño destacamento de artillería en el Castillo de San Antonio, batería que permanece como obra puntual a través de los si– glos XVI y XVI l. Este fuerte, emplazado inicialmente a flor de agua, se com– plementa más tarde con dependencias en la cima, y es objeto de faenas de mantenimiento que se ejecutan durante toda la administración hispana. f Avanzado el período colonial, aparece la primera manifestación de es– tructura urbana. Se genera en el borde costero, al pie del cerro de la Artillería, donde en el siglo XVIII se establece un área de bodegas, necesarias para el al– macenaje del trigo, producto cultivado en el valle del Aconcagua y cuya exportación se hace obligadamente por el puerto de Valparaíso. la construc– ción de las bodegas define una zona mercantil portuaria que se relaciona li– nealmente a través del camino existente al Castillo de San Antonio, y que va adquiriendo mayor desarrollo estimulada por medidas tales como la libertad de comercio, decretada en 1811 . En cuanto a la meseta, cabe recordar que a través de todo el siglo XI X y tras las luchas de la Independencia Nacional, situaciones como el bombar– deo de Valparaíso por la escuadra española, ocurrido en 1866, son contingen– cias que impulsan la aplicación de programas tendientes a complementar las fortificaciones del puerto, instalándose la mayor parte de las nuevas baterías en Playa Ancha. Siguiendo la sinuosidad de la costa y sumadas a las unidades militares existentes, en la parte alta se emplaza una verdadera cadena de cons– trucciones defensivas, entre las que finalmente se cuentan los fuertes de Ran– cagua, Talcahuano, Yerbas Buenas, Valdivia, Ciudadela, Bueras, San Antonio y Chacabuco. Otra de las construcciones del lugar y punto de referencia importante es el faro de Playa Ancha, ubicado en las inmediaciones de la Punta de Ange– les; su objeto es iluminar con sus rítmicos destellos las rocas del Buey, que constituyen un peligroso accidente geográfico para la navegación. Junto con el perfil de la línea de fortificaciones que bordea la costa en altura como un mirador defensivo, el faro aparece ya registrado en planos de tan rn inucioso levantamiento como la cartografía publicada en 1835 por la expedición que pasa por Valparaíso a bordo de H. M. S. Beagle, de donde puede inferirse que este sería el primer faro habilitado en Chile. Hacia mediados del siglo XI X, las dos zonas mencionadas acentúan sus características y envergadura. En el borde, crecen las dependencias portuarias y el área de las bodegas se incrementa con los almacenes fiscales, se crea el astil lero las Habas y se extiende el camino costero, que muy pronto llega hasta la caleta del Membrillo, ordenando linealmente la zona. En la parte alta, el área fortificada se amplía hacia la cima, apoyada en los ejes relacionadores constituidos por la subida Artillería y el camino de Playa Ancha. la instala– ción del convento de Santo Domingo es un factor que impulsa la formación de una incipiente área habitacional, que hacia fines del siglo pasa a predomi– nar en la estructura urbana en general.
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