Artistas en la industria: los orígenes del cine sonoro chileno

45 Antofagasta, que según la prensa de la época habría sido “la tercera ciudad en Chile en conocer la maravilla del cine parlante” (Jara, et al, 2008, p. 76), grafica en esta innovación tecnológica la relevancia de los centros productores industriales, en este caso vinculado a la extracción salitrera, situándola a la vanguardia de la modernidad. Mouesca señala que “A mediados de 1930, el 90 por ciento de las 250 salas del país carecía de equipos para exhibir películas sonoras” (Mouesca, 1998, p. 25), lo cual prontamente fue en aumento y potenció la demanda por acceder a películas sonoras realizadas por latinos. Películas chilenas sonorizadas con discos La nueva tecnología del cine sonoro fue rápidamente incorporada en Chile como sinónimo de modernidad, traduciéndose en el casi inmediato desplaza- miento del cine mudo, cuya caída se ilustra en cifras: mientras en 1925 se estre- nan 16 largometrajes chilenos, en 1931 se estrena únicamente “Patrullas de avan- zada” (Eric Page, 1931), señalada por Eliana Jara como “la última película muda” (Jara, 1994, p. 160) 26 . Esta verdadera “revolución” tecnológica repercutiría nega- tivamente en la producción local, tal como señala el crítico Carlos Ossa Coo: “era bastante comprensible que los realizadores chilenos vivieran una total desorientación, además que no estaban en condiciones de equiparar sus modestias a los fastos que desplegaba el cine norteamericano, que no solo había llegado a la cúspide de su industrialización, sino que además poseía todos los medios para realizar una distribución eficaz y rápida de sus películas” (Ossa Coo, 1971, p. 34) Esta disminución abre un periodo de transición, donde el interés de los productores locales se vuelca al desarrollo de equipos capaces de producir cine sonoro local, principalmente a partir de la técnica de discos sincrónicos. Los primeros en desarrollar en Chile películas sonoras bajo esta técnica, fueron los hermanos Wilfred Eric y Lionel Page Guevara 27 . Generalmente omitidos por los historiadores del cine chileno, los hermanos Page Guevara contribuyeron de manera importante al desarrollo tecnológico del cine nacional, y marcarán el hito de fundar el cine sonoro nacional. De origen norteamericano, pero descendientes de familia británica, el primero de la familia en llegar a Chile fue el doctor Thomas Page French, hacia mediados del siglo XIX, radicándose en Valparaíso. Sus bisnietos fueron Eric y Lionel. El primero nace en 1900 y muere tempranamente en 1934, producto de un accidente. Lionel, que nace en 1903, tendría posteriormente una destacada carrera en el Tenis, participando en el Campeonato de Wimbledon y