Artistas en la industria: los orígenes del cine sonoro chileno

41 (Edwin Carewe, 1929), producción de la United Artist que contaba con el sistema Vitaphone de discos sincrónicos para sonorizar parcialmente algunas secuencias. Estrenada en febrero de 1930 en el Teatro Imperio, contó con el rol protagónico de la actriz mexicana Dolores del Río, quien cantaba algunas canciones. El día 20 de febrero, el Teatro de La Comedia estrena una serie de cortometrajes sincróni- cos, también adjudicándose el rótulo de “primera exhibición”: “Anoche, la sala de LaComedia desbordaba de público. Era la primera vez que se hacía en Chile el experimento ante el público. Primero una película de dibujos animados. Bien. Luego unos trozos de canto por un tenor. Impresión: buena sincronización, pero el efecto de estar la máquina a alguna distancia de aquella boca que emitía los sonidos. Vinieron luego dos películas de dibujos animados y sonoros, graciosí- simas, hechas con gran talento y con mucho buen humor. Al más serio aquello hacía reír, y con justicia. La sincronización en estas dos pelícu- las, fue admirable. Sonido y movimiento justos, derechos, marchaban unidos” ( La Nación , 21 de febrero de 1930, p. 5). Un siguiente largometraje estrenado en el Comedia fue “Howdy Broadway” (Charles Hunt, 1929), un film musical promocionado como “la primera cinta de largometraje sonora y cantada” en la cual “se podrán apreciar los grandes cabarets de Nueva York, los espectáculos de bataclán en los cuales toman parte estrellas de fama mundial” ( La Nación , 23 de febrero 1930, p. 13) . Sin embargo, en este mismo periodo ya se empezaban a implementar salas con la tecnología del sonido óptico, siendo la primera de ellas el Teatro Carrera, que adquiere el sistema Western Electric con sonido óptico ( La Nación , 18 de febrero de 1930, p. 8 y El Mercurio , 21 de febrero de 1930, p. 7), inaugurada el día 5 de marzo de 1930 con la película “Melodía de Broadway”, evento promocionado de manera profusa durante todo el mes de febrero, conjuntamente a la venta de discos con la música de la película. En esa primera jornada, se exhibieron también noticieros so- noros y cortos cómicos de la serie “Our Gang” (“La Pandilla”), entre ellos “The Little Rascals” (“Los pequeños papás”), el primer corto sonoro de esta saga, producido durante el año 1929 ( El Mercurio , 3 de marzo de 1930, p. 16). En rigor, el cine parlante ingresó tempranamente a Chile, con Norteamérica como referente principal de calidad técnica respecto a los sistemas de reproducción de sonido. La prensa destacaba que el sistema óptico “Es igual al de los grandes cines de Nueva York” ( El Mercurio , 5 de marzo de 1930, p. 14), y en poco tiempo todas las

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