Artistas en la industria: los orígenes del cine sonoro chileno

33 Será “Santa” la película que iniciará el cine sonoro latinoamericano, proyecto que se da con el retorno a este país de Joselito Rodríguez (1907-1985), ingeniero en electrónica radicado en Hollywood desde 1925, y que en 1929 crea junto a su hermano Roberto el Rodríguez Sound Recording System. Los representantes de la Universal en México, al enterarse del exitoso invento de sus compatriotas, proponen replicar esta experiencia en el país. “Santa” se estrena en México el día 30 de marzo de 1932, para luego tener una difundida premiere en Hollywood, que en Chile fue cubierta por revista Ecran : “Ya se ha cumplido el primer paso en pro de la industria latinoamerica- na de películas en nuestro idioma. “Santa”, película mexicana basada en una famosa novela del mismo nombre y producida en la Ciudad de México por una compañía nacional del país hermano, acaba de ser lanzada al público, obteniendo un recibimiento que demuestra el entusiasmo de las gentes de nuestra raza por los esfuerzos de los su- yos. Apenas terminada la película en la capital de México, la primera copia de ella fue llevada en avión hasta Los Ángeles con el objeto de llevar a cabo una gran “premiere” de gala en el Teatro California de la ciudad del cine. A esa función, que vistió inusitados caracteres, asistió lo más granado de la colonia fílmica de nuestro idioma” ( Ecran , nº 84, 2 de agosto 1932, p. 10) “Santa” demarca el inicio de la configuración estética sobre lo latinoamericano que predominó en gran parte de este periodo, abriendo perspectivas para los demás paí- ses. Paralelamente a las talkies habladas en español producidas en Norteamérica, la industrialización global de las imágenes producidas reincidió en la demanda por construir cinematografías propias de Latinoamérica, incorporando motivos, artistas y realizadores locales de cada país, siendo éste el contexto en el cual emergieron las primeras estrellas locales del cine sonoro. Un ejemplo de ello es la Argentina Sono Film, que produjo en 1933 la película “Tango!”, dirigida por Luis Moglia Barth, primer largometraje con sonido óptico realizado en dicho país, contratando para ello a las máximas estrellas del periodo: “Azucena Maizani, Luis Sandrini, Libertad Lamarque, Mercedes Simone, Tita Merello, Pepe Arias, Alberto Gómez, Alicia Vignoli, Juan Sarcione y varios músicos importantes” (España, 1984, p. 50) El historiador Domingo Di Núbila señala a “Tango!” como un hito en la producción histórica Argentina, debido a que logró acercar a las salas de cine a un público masivo, fenómeno que repercutió en el alcance posterior del sonoro: