Cineclubismo y educación

38 / Durante los ‘80 hay tres experiencias que se destacan por la permanencia que tuvieron en el tiempo y cómo pensaron lo educativo desde esa óptica. El primero de ellos es el Cine Club Lumiere, fundado en 1980 por la crítica de cine y educadora Lucía Carvajal, bajo el alero y usando las instalaciones del Colegio La Girouette de Santiago. Esta iniciativa logró contar con 40 socios activos, principalmente de la comunidad del colegio, pero también externos que veían ahí una alternativa al ocaso cultural en que estaba sumido el país. La segunda iniciativa que nos parece relevante destacar, y que estuvo más bien centrada en el modelo de las salas de cine, aunque con un fuerte enfoque educativo, fue el Cine Arte Normandie, el que se inaugura oficialmente en agosto de 1982. El Cine Arte Normandie es un hito dentro de la construcción de espacios alternativos para la exhibición cinematográfica, el cual se mantiene activo hasta el día de hoy. Finalmente, es relevante destacar la labor realizada por el grupo ICTUS, quienes además de producir películas de ficción y documental en soporte video, exhibían en juntas de vecinos y poblaciones, con el objetivo de romper el control sobre el acceso al audiovisual impuesto por la censura militar. Estos ejemplos dan cuenta que el cineclubismo se convierte en una herramienta de apropiación cultural surgida desde las propias comunidades, permitiendo así reflexionar en torno al cine como un vehículo de toma de conciencia social. Historia del cineclubismo en el mundo y en Chile

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