Cineclubismo y educación

16 / Es también aquel primer grupo de cinéfilos chilenos y latinoamericanos que, salidos de los cineclubes de los años '50, abiertos al goce del neorrealismo italiano y la nueva ola francesa, y motivados por la relación de la estética y la mirada sobre la sociedad de los cineastas lati- noamericanos, quienes abrirán las alamedas al nuevo cine latinoamericano y chileno, especialmente a partir de los Festivales de Cine de Viña del Mar de 1967 y 1969, creados por el Cineclub de Viña del Mar. Allí se encuentra además la cuna de una cinematografía que boga por la indepen- dencia intelectual, la visión crítica del arte, la sensibilidad por la situación social de la comunidad y el amplio conoci- miento de la diversidad cinematográfica del mundo. Las experiencias enseñan también en este caso. En nuestro país la ley de cine ha destinado recursos para apoyar iniciativas de difusión de cine, como las salas de cine arte e independientes, los festivales que ya están pre- sentes en el país, las experiencias de formación de público, entre las que incluyen a los cineclubes. La promoción de las instancias y espacios de difusión de las obras cinema- tográficas comentada más arriba, es una tarea que debe ser mantenida en el tiempo, de manera sistemática, para que vaya dando sus frutos, como lo muestran los casos de países europeos. Está claro que debe ser producto de una política que busque la continuidad y la sistematicidad. En nuestro caso, además, debe abordar al país en su conjunto. Las salas independientes a lo largo de Chile

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