Seminario Internacional : Profesión docente y educación continua en América Latina : aprendizajes y desafíos
44 SEMINARIO INTERNACIONAL PROFESIÓN DOCENTE Y EDUCACIÓN CONTINUA EN AMÉRICA LATINA: APRENDIZAJES Y DESAFÍOS LA INDAGACIÓN NARRATIVA COMO PRÁCTICA PEDAGÓGICA: REPENSANDO EL OFICIO DOCENTE EN LA EDUCACIÓN CONTINUA Hace cinco años, cuando estaba revisando obras literarias que fueran acorde a mi trabajo de tesis doctoral, me encontré con un precioso libro de Laura Boella: Pensar con el corazón. Bajo ese título, la autora daba pistas del modo en que los saberes de Hannah Arendt, Simone Weil, Edith Stein y María Zambrano se habían puesto en juego a lo largo de la historia. Recupero hoy estas palabras mediadas por Laura Boella para invitaros a pensar el oficio docente en la edu - cación continua, pero para pensarlo desde el lugar de la experiencia. Este es el lugar al que siento me convocan mis estudiantes de máster a través de sus preguntas o al que viajo con las maestras mediante sus historias con la infancia. Un lugar al que también regreso habitualmente cuando investigo pues, abierta a lo que sucede en las escuelas, trato de establecer una cone- xión con las historias que me cuentan, con las que observo, con las que escribo y con las que vivo en primera persona. Historias inscritas en el cuerpo, en los latidos, en las palabras, en los nudos -propios y ajenos- y en diversos silencios. Historias que se han venido moviendo en cír- culos (Metzger, 2009) y para las que continúo necesitando un tiempo de sosiego desde el que poder pensarlas y pensarme. Pensarlas no para teorizarlas, sino para esponjarlas, para hacerlas crecer, para profundizar narrativamente en ellas, para poder nombrarlas desde mi subjetividad y mi conciencia (Contreras y Pérez de Lara, 2010), para aprender con ellas. Historias con las que me muevo como docente hacia atrás y hacia adelante para mediar puentes entre el pasado, el presente y el futuro. En este sentido, es la misma experiencia la que me recuerda que lo que vivimos en el oficio do - cente deja una huella en nosotros/as, en nuestra historia. A veces podemos nombrar el modo en el que dicha experiencia docente nos afecta, pero en otras ocasiones esta atraviesa nuestro saber pedagógico sin que seamos del todo conscientes. Y es ahí cuando emerge la necesidad de decidir qué hacer con aquello que nos ha ocurrido o cómo elaborar un sentido y un signifi - cado que posibilite una relación entre quiénes éramos y quiénes estamos siendo fruto de dicha experiencia. Y es ahí, también, que aparece el movimiento entre la continuidad y la disconti- nuidad de la experiencia (Dewey, 1969). Un movimiento que, mediado por la experiencia, nos urge a desvelar que “I am what I am not yet” (Greene, 2000), pues siempre estamos deviniendo y aprendiendo a ser (maestras, hijas, madres, compañeras, amigas, estudiantes, etc.). Pensar en ese devenir educativo y vital me posibilita recordar una historia acerca de mi par- ticipación en los encuentros del Centre for Research for Teacher Education and Development 1 (CRTED) en el periodo de 2016-2018. Cada martes, frente a un té de menta alrededor de una mesa marrón, profesionales del mundo de la salud, la sociología, la antropología, las ciencias políticas y la educación nos juntábamos para aportar y compartir aquellos saberes encarnados Emma Quiles-Fernández Doctora en Educación y Sociedad. Académica del Departamento de Educación de la Universidad de Barcelona. Debemos preocuparnos de trazar experiencias en vez de doctrinas. Hannah Arendt, 1971 1 Enlace al Centre for Research for Teacher Education and Development, University of Alberta, Canadá: https://crted.ualberta.ca/
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