Policy Brief : Propuestas para repensar las viviendas y el habitar Chile
Si bien el volumen de nuevas construcciones para habita- ción hasta antes del inicio de la pandemia era significativo, el mayor stock de viviendas lo constituyen construcciones existentes; en consecuencia, es necesario poner especial atención en estas viviendas. De acuerdo al Servicio de Im- puestos Internos, la vida útil de las construcciones de hor- migón armado y de albañilería confinada (tipologías cons - tructivas representativas de la vivienda chilena) es de 80 y 50 años respectivamente (SII, 2003). Entre 1980-2010, solo en el Gran Santiago se construyeron aproximadamente 226.116 viviendas con recursos del Estado, siendo 203.236 de ellas construidas entre 1980-2002 (Tapia, 2014), dando por cum- plidos 40 de los 50 años totales de duración de vida útil de este parque. Si bien este indicador está orientado a fines tributarios (depreciación de bienes para efectos de pago de impuestos) es un indicador de que tales viviendas podrían estar tendiendo a la obsolescencia en factores de tempora- lidad. Sin embargo, cuando aún existe un déficit de vivien - das importante, como se indica más adelante, no es técni- ca ni económicamente viable, reemplazar todo este parque habitacional, acción que tampoco estaría en línea con los Objetivos de Desarrollo Sustentable de la ONU (2015) 2 . Es necesario entonces, encontrar formas de rehabilitar estas construcciones de modo que puedan cumplir con exigencias mayores o bien soluciones alternativas cuando la rehabilita- ción no sea posible. Un parque habitacional descontextualizado de una calidad barrial, con insuficientes estándares de habitabilidad y ten - diendo al envejecimiento y deterioro, plantea nuevos retos al país, pues estándares que ayer fueron adecuados, hoy ya no lo son. ¿Cómo subir estándares de calidad y habitabilidad en un país con grandes y urgentes desafíos económicos, so- ciales y culturales? ¿Cómo construir viviendas en territorios sometidos a múltiples riesgos de desastres? Existen algu- nos avances en esta área desde un punto de vista norma- tivo donde la vanguardia se encuentra en el área sismorre- sistente. En el contexto internacional, existen reportes que permiten evaluar el desempeño sísmico (FEMA, 2009; FEMA 2012) y estándares que establecen esquemas de evaluación y rehabilitación de estructuras existentes para cumplir con exigencias sismorresistentes actuales (ASCE, 2017). Adicio- nalmente, existe un código modelo (ICC, 2018a) con un al- cance más amplio que cubre otros riesgos como incendios e inundaciones, además de adaptaciones para convertir edifi - caciones existentes en accesibles, proveyendo herramientas para determinar cuándo y con qué profundidad es necesario realizar modificaciones en estructuras existentes. A nivel na - cional, recientemente se promulgó una norma chilena sobre Intervención en Construcciones Patrimoniales y Edificaciones Existentes (INN, 2020) que detalla la evaluación del desem- peño y elaboración del proyecto estructural de rehabilitación de este tipo de estructuras considerando exclusivamente el riesgo sísmico, mientras los requisitos en el caso de vivien- das nuevas se encuentran en la OGUC. Sin embargo, no hay desarrollos similares de metodologías para la rehabilitación de construcciones existentes frente a otros riesgos, o para la recuperación funcional o de habitabilidad. A nivel inter- nacional existe un código modelo (ICC, 2018b) que detalla los niveles de desempeño de construcciones e instalaciones ante diversos eventos y según su uso. Se requiere ajustar estas experiencias a la realidad nacional y diferenciarlas a distintas escalas. Habitabilidad en la vivienda y nuevos desafíos para su rol de satisfactor de necesidades. La pandemia ha develado la urgente necesidad de contar con entornos gratos para el esparcimiento en vista de las dificultades que produce en las personas el habitar en depar - tamentos o piezas arrendadas reducidas y sin contacto con espacios abiertos, como lo son, por ejemplo, la sobrecarga en el uso de espacios para el ocio o la alimentación y el sobreuso de dormitorios como espacio de trabajo y estu- dio remoto. La pandemia, ha instalado la urgencia de contar con mínimos espacios internos y externos con atributos de diseño que colaboren a un mejor bienestar en salud física y mental, así como la pertinencia y necesidad de incorporar dentro de los diseños a entornos semipúblicos o espacios comunes de calidad como espacios para el habitar y exten- siones de la vivienda. 2. En particular con los objetivos 11 “Ciudades y Comunidades Sostenibles” y 12 “Producción y Consumo Responsables” (ONU,2015).. 5 UNIVERSIDAD DE CHILE Vicerrectoríade Inves tigaciónyDesarrollo INVESTIGACIÓN INNOVACIÓN CREACIÓNARTÍSTICA POLICY BRIEF S e r i e D o m e s t i c a r l a C i u d a d
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