La intuición en la actuación

34 advierte la incongruencia entre dicho concepto y la cosa pensada, es decir, entre la abstracción y la intuición. Cuanto mayor sea esa in- compatibilidad y más inesperada en la concepción de que ríe, tanto más intensa será la risa.” Siendo Brecht un autor obsesivo en hacer ver lo que ocurre en su entorno, quisimos que nuestra adaptación no perdiera ese ímpetu. En el plano de lo ideológico, nos preguntamos por cómo hacer apare- cer una opinión social desde la investigación. Y ahí nos encontramos con el humor. Tomando en cuenta la cita recientemente mencionada, trabajamos el humor de la obra desde la oposición a lo esperado: algo que llamamos acción opuesta . Tomando la incongruencia u oposición a la lógica como herramien- ta de comicidad, nos preguntamos qué pasaría si invertimos el súper objetivo hacia su contrario. Y creamos —al igual que para cada nombre de unidad— un patrón de acción para cada súper objetivo. De este modo, aplicando nuevamente una variación en la gama de amplitud física —desde la acción original a la acción oculta— esta vez llegamos hasta la acción opuesta . Este ejercicio sobre el humor nos permitió entrar en un nuevo plano de actuación, que requiere la conciencia del actor sobre su personaje y que le permite opinar sobre él, sobre la obra y por supuesto sobre su entorno. Identificar las acciones opuestas a los objetivos de los perso- najes nos mostró un nuevo espacio de realidad. La acción opuesta no sólo se mostró absurda —por ser el contrario de un evidente deseo— sino profundamente humana, ya que reflejaban una actitud común y actual de las personas en una situación social. Este mismo trabajo sobre la acción opuesta nos hizo ver el humor de la obra. Nos mostró otros contenidos que había en ella, levantando ideas como: el arribismo, el clasismo, las apariencias, la envidia, el machismo, la misoginia. De estas ideas separadas pudimos codificar una pregunta central para la obra:

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