La intuición en la actuación
133 subjetividad o cualquier otra cualidad no empírica. Como lo es por ejemplo la casualidad, el azar y por supuesto, el inconsciente. O para decirlo de una forma más detallada: Los rasgos esenciales del tipo de conocimiento que alcanzan las ciencias de la naturaleza y de la sociedad son la racionalidad y la objetividad. Por conocimiento racional se entiende: que está constituido por conceptos, juicios y raciocinios y no por sensaciones, imágenes, pautas de conducta, etc. Sin duda, el cien- tífico percibe, forma imágenes (por ejemplo, modelos visualiza- bles) y hace operaciones; por tanto, el punto de partida como el punto final de su trabajo son ideas; que esas ideas pueden combinarse de acuerdo con algún conjun- to de reglas lógicas con el fin de producir nuevas ideas (inferencia deductiva). Estas no son enteramente nuevas desde un punto de vista estrictamente lógico, puesto que están implicadas por las premisas de la deducción; pero no gnoseológicamente nuevas en la medida en que expresan conocimientos de los que no se tenía conciencia antes de efectuarse la deducción; que esas ideas no se amontonan caóticamente o, simplemente, en forma cronológica, sino que se organizan en sistemas de ideas, esto es en conjuntos ordenados de proposiciones (teorías). (Bun- ge, 1985) Aquí se establece que la ciencia y por tanto su método, nace y termi- na bajo un pensamiento lógico y racional, y a su vez comprende que toda conjetura se arma bajo procesos de inferencia y un ordenamiento de ideas verificables y localizables. Además de enmarcar que lo que pareciese ser una idea impulsiva o nueva, tiene como pilar funda- mental un conocimiento previo que se articula como una deducción o una inferencia. Por tanto, podemos observar que tanto el método
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