Policy Brief : propuesta para un sistema de áreas verdes para ciudades sostenibles y saludables
verde de al menos media hectárea cerca de su casa, mien- tras que este valor sube al 45% por San Miguel, y al 74% por Vitacura. A estos análisis y otros más recientes (Centro UC Políticas Públicas, 2017) habría que agregar otros factores de accesibilidad, como barreras físicas, costos asociados a la entrada o al uso de algunos servicios. Los antecedentes presentados, hacen ver que los beneficios asociados a las áreas verdes, también conocidos como ser- vicios ecosistémicos, tienden a ser bastante menores en las comunas y barrios de menores ingresos (Vásquez y Dobbs, 2020). Esto es proclamado por la ciudadanía ya que según una encuesta sobre calidad de vida urbana (MINVU, 2010), de 103 comunas, en 19 el 50% de las personas considera la carencia de áreas verdes como un problema. Tal percepción varía de acuerdo al nivel socioeconómico de las comunas. Cuanto más alto es el ingreso promedio, menor es la preocu- pación de los habitantes, debido a la mayor presencia de verde público y privado. Un segundo aspecto relevante, y que ha propiciado la realidad actual de las áreas verdes, es el marco normativo e institucio- nal. En los últimos años se ha vuelto evidente la necesidad de cambiar la normativa urbana que define y regula tan lim - itadamente las áreas verdes, a lo cual se suma el insuficiente financiamiento para la construcción y, sobre todo, para el mantenimiento de estas. Por último, es necesario mencionar la falta de coordinación entre instituciones, tanto a nivel sec - torial, entre distintos ministerios involucrados en la creación y gestión de áreas verdes (entre los principales: el MINVU, el MOP y el MMA), como a nivel territorial, entre diferentes municipalidades. Tal descoordinación dificulta que los varios tipos de espacios verdes sean pensados, proyectados y ges- tionados como un sistema, resultante en áreas verdes sin veg- etación, desconectadas entre sí y centradas exclusivamente en la recreación y el ocio, dejando de lado funciones ambientales relevantes como el aumento de la biodiversidad, el control de la temperatura, la mejora de la calidad del aire y el control de las inundaciones. Por el contrario, la planificación de un siste - ma de áreas verdes multifuncionales e interconectadas podría aumentar sensiblemente los beneficios para la sociedad, así como contribuir a que las ciudades sean más resilientes frente a distintos tipos de crisis o desastres socio-naturales, como la actual pandemia (Vásquez et al., 2019). En cuanto a los costos, sería importante aumentar los re - cursos destinados a las áreas verdes y, sobre todo, reducir la brecha entre los presupuestos municipales de comunas ricas y pobres. Además, existen modificaciones en el diseño, manejo y técnicas de riego que permiten disminuir costos y optimizar el uso del recurso agua. En este sentido, se debe avanzar en seleccionar especies con bajos requerimientos de riego, resistentes a la radiación solar y a las altas tempera - turas, así como también a la disminución de las superficies de césped (Reyes et al., 2018). Por otro lado, es promisorio como han ido aumentando las iniciativas surgidas desde la ciudadanía o desde fundaciones para crear jardines comuni - tarios, recuperar sitios eriazos o promover huertos urbanos. Estas experiencias, aunque todavía bastante limitadas en su número, contribuyen a construir un conocimiento sobre nuevas formas de gobernanza de las áreas verdes, en las cuales la participación de los habitantes podría contribuir a aumentar el número de estos espacios y mejorar su manten- imiento (Breen et al. 2020). Gestión y seguridad de las áreas verdes durante la pandemia Si bien se ha reconocido que las interacciones sociales re- alizadas en espacios abiertos son más seguras, todavía per - manecen dudas sobre los riesgos efectivos, debido a los conocimientos parciales sobre las formas de transmisión del COVID-19 (Freeman y Eykelbosh, 2020). Distintos países y ci - udades han adoptado diversas posturas frente a la accesibi - lidad de las áreas verdes, por ejemplo, países mediterráneos de Europa fuertemente golpeados por la pandemia como Italia o España, decidieron prohibir el acceso a espacios pú- blicos de todo tipo durante la cuarentena, medidas que, sin embargo, fueron suavizadas a fin de permitir la salida con - trolada de niños o adultos mayores. Por otro lado, países del norte de Europa, como Alemania o Noruega, tomaron me- didas de confinamiento menos estrictas, debido a un menor impacto de la pandemia y a una mayor presencia de espacios verdes en las ciudades. De tal manera, las visitas a parques se mantuvieron estables o incluso aumentaron, como muestran los datos sobre movilidad (Barton et al., 4 de mayo de 2020). En Canadá se cerraron los parques naturales, pero muchas ciudades decidieron mantener abiertos los parques urbanos con algunas restricciones de uso. Para fomentar el correcto uso de las áreas verdes en Vancouver se recurrió a voluntar - ios que, con vestidos coloreados, recuerdan las medidas de distanciamiento físico (Freeman y Eykelbosh, 2020). En Chile, también se han redactado recomendaciones para el uso de plazas y parques en comunas sin cuarentena y de acuerdo 5 UNIVERSIDAD DE CHILE Vicerrectoríade Inves tigaciónyDesarrollo INVESTIGACIÓN INNOVACIÓN CREACIÓNARTÍSTICA POLICY BRIEF S e r i e D o m e s t i c a r l a C i u d a d
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