Poesía Chilena en dictadura y postdictadura

90 | No vi el Halley el primer día […] con mi cabeza hundida entre papeles letras sin sentido, letras y me perdí esa maravilla negra de frac Que se hace vacilante y recala en el dictado o pauta de un suceso: No vi el cometa el segundo día. Sí, sí lo vi en todo su esplendor en cada pantalla rejuvenecido por la intensa publicidad. Lo recuerdo […] Pasé noches estudiando su imagen frontal, de perfil, de espaldas y fue como verlo íntegro. ¿Lo ví? Lo recuerdo (40). De este modo, la propaganda de una suerte de coronación celeste de la dictadura es exagerada y desdeñada a un mismo tiempo por el sujeto, como el eirón que ensaya el fracaso de semejante soberbia. Eirón cínico, ca- bría agregar, pues —según Foucault (2004)— su arriesgado embate se dirige al orgullo de un interlocutor jer rquicamente asimétrico, jerarquía que en este caso es acentuada no sólo por confrontar las síntesis del poder dictato- rial, sino también por la soledad del hablante frente a una masa o multitud indeterminada que se dispone como agonista que “cuelga” de la imagen del Halley. A la negación en sí misma de lo común, debido al triunfo de las dis- cursividades y facticidades que lo allanan, los poemas responden, como un nuevo pliegue: la dislocación cínica del sujeto con respecto a esa imagen ile- gítima. Es así que en la dimensión visual del poemario chocan luz y oscuri- dad. La contigüidad alegórica entre la dictadura y la noche, legible también en otras obras de la época (por ejemplo, en la obra de Gonzalo Mill n o En-

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