Poesía Chilena en dictadura y postdictadura

| 77 | Soledad Fariña: una poética del espacio poesía de Fariña. Dejaré el aspecto formal para el siguiente apartado, y vere- mos ahora la correspondencia textual con la maqueta universal 2 . Indisoluble la andinidad de la astronomía, en el poema “ todo enigma es simple ” expresa: “oigo pasar el sol / como se escucha una / historia” (19). Altamente signifi- cativo, el movimiento del astro arma un relato ¿el del origen del universo?, como indica Paternosto, “"origen" proviene del latín: origo, que, a su vez, de- riva de oriri , "salir de los astros"” (105). Sin embargo, continúa: “hay siem- pre / un viento extraño / viajando / entre nosotros” (19). El viento como ex- presión de un movimiento extraño, sobre el que no viajamos nosotros, sino que él viaja entre nosotros, como creación de espacio. “no sabemos partir -continúa- no sabemos / en qué lengua / da el sol los buenos días” (19). El o la sujeto se encuentra en un viaje est tico y ha perdido el lenguaje de los as- tros. La insistencia sobre el viaje es constante, la existencia se concibe como un viaje, carente de sentido y de comunicación: “qué hago / a solas / conmi- go // sin ningún equipaje” (47), o “dame la vida / del pez la escama la / dul- zura de seda dale / a mi boca la lectura inasible de los astros” (59). Me lla- man la atención, adem s, los siguientes dos poemas: “moción de orden” —el cual es uno de los m s claramente históricos y políticos, expresa—: “remi- niscencia en blanco y negro espacio blanco / y negro movedizo puntitos lar- gos” (33). Puntitos como galaxias, negro movedizo como el espacio. Y, por último, “caricia // met fora que vuela / como una ciencia exacta / ridícu- 2  Quiero dar cuenta de un aspecto que no abordaré aquí, sobre el que trabaja Ortega, y es que: “una sola voz no alcanza” (105). El descentramiento del universo implica, a su vez, la disolución del Yo rom ntico, creador plenipotente, surge la sinfonía intertextual, ex- plícita y oculta, misteriosa. Cada poema de Fariña es una lectura y relectura, una con- versación con otros poetas y artistas visuales. Señalo, adem s, mi inquietud por leer, no desde la intertextualidad, como lo hace Ortega, sino desde el comentario , concepto que encuentro en el texto Filosofía de la imaginación. Averroes y el averroísmo , de Emanuele Coccia, pues allí se indica, no sólo respecto a la imposibilidad de reconocer las voces de la textualidad, sino el que “el comentario no es la representación del pasado como pa- sado, sino la contracción de los tiempos, la actualización de un instante en el que todos los tiempos se cumplen” (29). Las ventajas éticas y políticas que el comentario ofrece, por sobre la intertextualidad, en cuanto a la reactivación de los significantes andinos, es evidente y requiere una extensión mayor de la que aquí me permito.

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