Poesía Chilena en dictadura y postdictadura

144 | De esta forma, si bien la elaboración de esta nueva estética que la transforma funciona como acto contra-hegemónico, también cae en las ló- gicas neoliberales propiciadas desde los 80, ya que la mujer debe elaborar un simulacro y “engalanarse” para poder mirarse y ser mirada, en esta, como bien metaforiza Berenguer, “vitrina” en la que se convirtió Chile. En rela- ción con lo anterior, Raquel Olea confirma la idea de que lo que hace Arra- te en este poema es elaborar un simulacro a través de la escritura en el propio cuerpo femenino, el que tiene la función de rebelarse a la lógica falocéntrica y al sistema hegemónico que impone el disfraz, utilizando sus mismos mec - nicos con el fin de subvertirlos para así permitirse experimentar el autopla- cer a la vez que reivindicarse. La Bandera de Chile (Elvira Hernández) Poemario publicado en 1991, poco después de la detención de Hern ndez, y cuya estructura la conforman alrededor de 209 versos distribuidos en 20 estrofas. Su circulación inicial fue clandestina, debido a que el poemario se caracteriza por ser una respuesta potente a la represión dictatorial, al utili- zar un símbolo incautado y subyugado por la dictadura y resignificarlo con el objetivo de apropiarse nuevamente de él para convertirlo en representante de la situación en la cual quedó el país y sus ciudadanos. La bandera es un objeto-sujeto en disputa, objeto dominado que se inmola, se representa como un objeto prostituido, el cual metafóricamente pasa a convertirse en una mujer sometida, ultrajada y vendida. Sin embar- go, el poema le otorga una posibilidad de resistencia, pues al resignificarla se le re-descubre, transform ndola en un objeto de deseo y despojo, en sím- bolo tanto de Chile como de la mujer y de la escritura, dado que correspon- den a significaciones de ese cuerpo (el de todos), degradado y ocupado por la Dictadura, al cual se le desea liberar en el poema. Siguiendo a Walter Ho- efler esta bandera funciona como mortaja, ya no como lugar o ente protec- tor, sino como “antibandera” (129), que se resiste a ser emblema, elaborando de este modo una resistencia, que, siguiendo a Hoefler, se relaciona con el epígrafe: “No se dedica a uno /la bandera de Chile/ se entrega a cualquiera/

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