Mejorar la educación : aprendizajes desde la investigación educativa

Pablo Astudillo Lizama 100 los cambios culturales en curso en relación con la diversidad sexual mediante charlas, actualización de sus programas de educación se- xual y modificaciones curriculares para mostrar mayor diversidad en su enseñanza. Entonces, ¿cómo se entiende que, en paralelo, los y las estudiantes sigan poniendo en evidencia que sí existe discrimi- nación en sus escuelas? Me atrevo a sugerir aquí que esto se entiende a partir de lo que podríamos denominar una «pedagogía del clóset», una forma de referirse a las sexualidades LGBTI que todavía mantiene los fantasmas de la violencia sin hacerlos presentes del todo. Con este concepto evitamos analizar la situación puramente desde el plano moral. De hacerlo, podríamos juzgar, apresuradamente, como hipó- crita la actitud de aquellas personas adultas o jóvenes que aceptan la homosexualidad, pero no son capaces de detener la violencia hacia ella que continúa presente en su entorno. Trataremos enton- ces de explicar por qué, a pesar de que la idea de discriminación es considerada intolerable, siguen reproduciéndose formas visibles de violencia que mantienen la desigualdad entre identidades sexuales en el espacio escolar. La primera razón es quizás de orden cognitivo. En un artículo del año 2014, la socióloga francesa Aurore Le Mat daba cuenta de cómo a pesar de la existencia de una educación sexual obligatoria y única en las escuelas francesas, donde la homosexualidad es pre- sentada como una alternativa más de organización de la sexualidad humana, existían todavía ciertas «barreras invisibles» que impedían observar la diversidad sexual sin privilegiar inadvertidamente la heterosexualidad como la sexualidad «normal». Por ejemplo, a diferencia de lo que ocurre con los y las estudiantes heterosexuales, las personas adultas en la escuela siguen de algún modo enfrentando la homosexualidad solamente como una cuestión de prácticas espe- cíficas que corresponden a una exploración propia de la edad y que eventualmente podrían desaparecer o –por el contrario– estabilizarse. Cuando un/a adolescente inicia su vida sexual con alguien del sexo opuesto, el análisis tiende a estar puesto en el desarrollo sexual, y las personas adultas no piensan que «tal vez más adelante se le pueda pasar». Es por ello que Le Mat agrega que, cuando esta diferencia no es consciente, resulta relativamente fácil seguir hablando de la

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=