Mejorar la educación : aprendizajes desde la investigación educativa

El autorretrato: una oportunidad para la búsqueda de identidad... 65 el funcionamiento o su apariencia, pues aunque cada expresión visual infantil contenga, en una u otra medida, las tres funciones (representación, comunicación y expresión), ellas van variando en su proporción según las necesidades circunstanciales de los niños y las niñas que la crean. En la etapa preesquemática lo que se encuentra con alta fre- cuencia son los rasgos representados mediante puntos inicialmente muy dispersos dentro del círculo, pero en la medida que el niño o la niña va tomando conciencia de la posibilidad de representar, va a utilizar puntos para los ojos y líneas para boca y nariz, y finalmente enriquecerá los rasgos con gestos de la boca y detalles como pestañas, lentes o cabello para diferenciar los personajes que dibuja. Hay que entender que él/ella no representa lo que ve, sino que reafirma su conocimiento mediante el acto de dibujar; es decir, el conocimiento de su propio cuerpo a través del dibujo. Al superar esta etapa descubre su lugar en el espacio, sabe a la perfección lo que está arriba y lo que está abajo, sabe que todo se apoya verticalmente sobre la tierra y, entonces, ubica los elementos de su dibujo ordenadamente, uno al lado de otro, en el espacio dis- ponible. Para ello traza una línea horizontal –denominada línea de base – o en su defecto usa el borde de la hoja para estos propósitos. En ocasiones marca el arriba ubicando el sol en una franja celeste o azul como el cielo y ensanchando esta franja poco a poco y/o poblándola de nubes, así como también la línea de base puede ir ensanchándose. A esto se le denomina esquema espacial . En paralelo, el niño o la niña aplica un esquema humano, repi- tiendo el mejor resultado alcanzado en la etapa anterior. La figura humana la presenta de frente, con cuerpo, extremidades y ropa en base a figuras geométricas anexadas, marcando claramente los con- tornos de ellas, de preferencia con líneas de grafito o líneas negras. Diferencia a las personas con sus ropas y cabelleras, buscando los colores que puedan ayudarle a identificar mejor al personaje entre una gama reducida, asignando un esquema del color relacionado con la realidad: verde para la vegetación; amarillo para lo que brilla; azul o celeste para agua y cielo; anaranjado para la piel; rojo para los labios, etc.