Mejorar la educación : aprendizajes desde la investigación educativa

¿Para qué aprender historia y geografía? 57 acontecimientos políticos y en la actuación de los «grandes hombres» protagonistas de dichos acontecimientos. El mundo contemporáneo: nuevos problemas y nuevos propósitos La Nueva Historia surge ante la necesidad de hacerse cargo de las transformaciones de un mundo marcado por la descolonización, el feminismo, los movimientos sociales, las demandas de los secto- res populares y las dictaduras militares. En ese sentido, la «historia total» aspira a responder a las demandas e intereses de la sociedad contemporánea y a ofrecer elementos que nos permitan entender las diversas problemáticas del devenir de la humanidad. La Nueva Historia amplió significativamente las temáticas e intereses de la investigación incorporando estudios sobre la vida cotidiana, la niñez, la cultura popular, las mujeres, la muerte y, recien- temente, la historia medioambiental, entre muchas otras materias. La ampliación de las temáticas requirió renovar la mirada respecto de los métodos y de las fuentes válidas para acceder al conocimiento histórico. Los documentos escritos provenientes de instituciones oficiales del Estado o de la Iglesia dieron paso a fuentes orales; a evidencias materiales y visuales de origen artístico; a regis- tros estadísticos; y a producciones escritas del más diverso origen y finalidad, elaboradas por hombres y mujeres de todos los sectores sociales y dedicados a las más diversas actividades. La ampliación de fuentes para acceder a nuevos tipos de información dio un carácter interdisciplinario a la Nueva Historia, en el sentido de aprender y aplicar los recursos y métodos de la antropología social, la arqueo- logía, la sociología, la economía, la geografía, la crítica literaria y hasta de la psicología. En el mismo sentido –y de manera más o menos contemporánea al surgimiento de la Nueva Historia– se desarrolla la Geografía Críti- ca, que pone en el centro de su interés al ser humano y sus problemas, definiendo así la naturaleza social de la disciplina e incorporando a la historia como perspectiva ineludible para lograr explicaciones que permitan entender la realidad y poder luego operar sobre ella. El espacio y los territorios son reinterpretados, concibiéndolos como