Mejorar la educación : aprendizajes desde la investigación educativa

Alejandra Falabella 210 Algunos hitos relevantes –posdictadura– son el comienzo de la publicación de los resultados SIMCE por establecimiento (1995); el bono colectivo a docentes por desempeño del Sistema Nacional de Evaluación por Desempeño (SNED, 1995); programas de apoyo a escuelas y liceos con bajos resultados; comienzo de la clasificación de establecimientos y uso de metas Simce (2000 en adelante); creación del Subsidio Escolar Preferencial (SEP) con rendición de cuentas por resultados y sanciones por bajos puntajes Simce (remoción de equipo directivo, carta a padres y amenaza de cierre) (2008); «mapas Simce» con resultados por establecimiento (2010); y el aumento en la frecuencia de las pruebas (2006 y 2011). El modelo de rendición de cuentas con altas consecuencias posteriormente se consagró con el Sistema de Aseguramiento de la Calidad de Educación (SACE, 2011). Este crea una nueva matriz institucional –Agencia de la Calidad y Superintendencia de la Educa- ción–, con un radical sistema de accountability a cargo de fiscalizar, evaluar, inspeccionar y clasificar establecimientos escolares, además de difundir dichos resultados y sancionar el incumplimiento de normativas y aquellos establecimientos con desempeño deficiente. Es importante mencionar que este sistema evaluativo en nuestro país no ha estado libre de debates. Desde fines de los 90 emergieron críticas a los rankings Simce de parte de organizaciones de padres y, con posterioridad al 2006, de parte de los movimientos estudian- tiles y el Colegio de Profesores, a lo que se sumó el lanzamiento de la campaña «Alto al Simce»; de ello dan cuenta Mauricio Pino, Gonzalo Oyarzún e Iván Salinas (2016). También se han formado dos comisiones nacionales de Simce (2003, 2014) con el objetivo de revisar la efectividad de la política de evaluación. Por último, también resulta relevante mencionar que en los últimos años ha habido un giro discursivo en la política evaluativa que tácticamente absorbe las críticas a la prueba y hace referencia a una «evaluación integral más allá del SIMCE». Bajo este cambio se ha intentado relevar la evaluación de los «otros indicadores de la calidad», las visitas evaluativas de la Agencia a establecimientos y las llamadas evaluaciones progresivas , que son pruebas autoapli- cadas. La Agencia, en este contexto, creó una campaña denominada CalidadEs que difunde imágenes que dicen, por ejemplo, «calidad es

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