Mejorar la educación : aprendizajes desde la investigación educativa

Judith González Venegas 146 entregados. Por lo tanto, formulan el doble de preguntas dirigidas al/la docente para poder dilucidar la información nueva. Lamenta- blemente, este tipo de intervenciones-turno provocan una alta den- sidad informativa. El promedio de palabras por turno del/la docente es de 34 vocablos, triplicando la extensión de los/as docentes más dinámicos/as. De acuerdo a los investigadores catalanes Josep Castellà, Salva- dor Comelles,Ana Cross yMontserrat Villà, si bien el/la docente debe ejercer un rol regulador en sus clases para lograr un clima adecuado, el sobreuso del mismo demuestra que el maestro o maestra podría estar más preocupado/a por mantener a sus estudiantes en silencio y orden que por promover un aprendizaje significativo donde estos/ as sientan motivación para adquirir los nuevos conceptos. Lo ante- rior se debe, además, a la necesidad del/la profesional de mantener silencio mientras emite enunciados altamente extensos y cargados de información nueva. Es por esto que surge la necesidad de caracterizar los roles de los/ as docentes en aula en los que el/la docente-comunicador/a logra la eficiencia en la interacción didáctica combinando dos imágenes: una empática en la que se acerque a sus estudiantes a partir de anécdotas, ejemplos y bromas, y otra más lejana donde dé cuenta de su rango jerárquico superior sin dañar la imagen de sus alumnos. Reflexiones finales Esta investigación demostró que es posible categorizar una interacción didáctica a partir de las unidades conversacionales y que estas pueden ser de gran utilidad para descubrir las estrategias discursivas que utiliza un/a docente que fomenta la coconstrucción en sus aulas, permitiendo mostrar importantes diferencias entre las clases de mayor y menor dinamismo. Fue posible, además, dar cuenta de las estrategias lingüísticas que favorecen intercambios dinámicos de aula, lo que podría servir para incentivar el uso de ciertos tipos de unidades dialogales y monologales que favorecen la participación de los y las estudiantes, a la vez que des- incentiva el uso de aquellas que no lo hacen.Veamos algunos ejemplos: