Mejorar la educación : aprendizajes desde la investigación educativa

Judith González Venegas 144 Una vez terminada esta etapa de elaboración y definición de categorías se procedió a la comparación de su frecuencia de apari- ción entre los grupos de clases más dinámicas y las que presentaban menor presencia de diálogo. Los hallazgos Lo primero que observamos es que en las clases que poseen diálogos e intervenciones-turno altos predominan las intervenciones informativas de los/as estudiantes; es decir, estos/as aportan de ma- nera significativa con antecedentes nuevos a la clase –es decir, con referencias que no ha mencionado el/la docente– y, con ello, cons- truyen de manera conjunta nuevos contenidos o actividades para el desarrollo de la misma. Para que esto pueda llevarse a cabo, el/la docente formula preguntas personalizadas o grupales, de manera que deja espacios abiertos para que los/as estudiantes puedan participar. Es por ello que, en estos casos, se observa que el profesor o profesora evita producir explicaciones informativas en las intervenciones que realiza. El/la docente es quien libera la gestión del conocimiento hacia los/as estudiantes; es decir, dirige sus preguntas de manera estratégica para que sean ellos/as quienes entreguen los antecedentes de la clase. El/la docente de este segmento, por tanto, opta por usar conmayor frecuencia las intervenciones que le ayudan a confirmar lo dicho por los/as estudiantes y no agregar información nueva que pueda interferir en los aportes de estos/as. Por lo tanto, no llama la atención que los y las jóvenes participantes de la sesión pedagógica presenten un por- centaje bajo en la elaboración de preguntas dirigidas al/la profesor/a. Cabe señalar que un/a profesor/a que desarrolla sesiones más dinámicas limita la extensión de sus enunciados a tan solo 13 pa- labras en promedio por turno, y con ello le traspasa la gestión del conocimiento a los/as estudiantes, quienes se transforman en agentes activos/as de su propio aprendizaje. En el otro extremo nos encontramos con las clases cuyos diálo- gos e intervenciones-turno son bajos. En ellas predomina el magistro- centrismo; es decir, la clase está dominada por el habla del profesor o profesora y, por tanto, es él o ella quien se encarga de entregar