Mejorar la educación : aprendizajes desde la investigación educativa

La escuela: ¿(re)formación o liberación? 123 prueba, de recreo, de nota, de estudiante problemático/a, de centro de estudiantes, de sindicato de profesores y profesoras, de asistente de la educación, de apoderado/a conflictivo/a, etc. Nos enfrentamos, así, al desafío de comprender cómo un grupo de sujetos (se) representa su realidad para buscar puentes comuni- cativos y dialogantes que enriquezcan y densifiquen nuestra lectura de esa profunda y compleja realidad cultural que es la escuela. La escuela como reducto adultocéntrico En Chile y América Latina se han realizado varias investiga- ciones que se sumergen en las representaciones que tienen los y las estudiantes de distinto tipo respecto de la institución escolar. En términos generales «ven» a la escuela como un lugar donde los devenires sociales se manifiestan bajo la normatividad y vigilancia institucional; donde se determina qué se enseña y cómo se establecen los procesos de enseñanza y aprendizaje; y donde existen mecanismos disciplinarios que legitiman métodos, procesos y dinámicas que se ajustan a propósitos y sentidos venidos desde fuera de la escuela, asegurando el aprendizaje y el desarrollo de lo necesario para la efec- tiva inserción en la sociedad. Esto implica la hegemonía de la norma y la vigilancia permanente, que establece un sistema de castigos y represión que a su vez obliga al sometimiento de la voluntad y que legitima relaciones de poder jerárquicas y autoritarias detentadas por la persona adulta. Este orden institucional se impone y se constituye lejano de sus intereses y su cultura, lo que paradójicamente limita sus posibilidades de desarrollo real. Como dijimos, desde esta dinámica social se da un proceso relacio- nal de poder sustentado en ciertas premisas que es necesario revisar.Una de ellas es cómo la escuela «ve» a sus estudiantes, sobre todo cuando de la mano de la obligatoriedad, en palabras de Emilio Tenti, ingresa la multiplicidad de grupos habitualmente marginados y subordinados que traen consigo todo lo que ellos son como clase y cultura. El pensar sobre la niñez y/o la adolescencia como «objeto» se realiza desde las representaciones sociales de estas, lo que gene- ra respuestas y actitudes positivas o negativas que inciden en las

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