Optimización del riego en paltos y cítricos
Se debe tener claro que el problema de algas y bacterias se origina en la fuente de agua y es de suma importancia prevenirlo a este nivel. Es común que esto ocurra en tranques y acumuladores (Figura 11). Las aguas en reposo desarrollan colonias de algas y bacterias con facilidad, debido a los nutrientes disueltos, la radiación solar y la presencia de material vegetal y animal (Martínez, 2001). Para evitarlo, se recomienda cubrir el tranque con una malla raschel; esto disminuirá la cantidad de radiación que llega a la superficie del tranque y, con esto, la proliferación de algas y bacterias será considerablemente menor. Además, la cantidad de agua que se pierde por evaporación desde la superficie del tranque también disminuirá. Figura 11. Presencia de algas y bacterias en acumuladores de agua de riego. Se pueden realizar aplicaciones correctivas de sulfato de cobre al agua, en dosis de 0,5 a 2 mg/L. Si la cantidad de algas sobrepasa los niveles normales, se recomienda aplicar en dosis de 30 mg/L al 25% del volumen del tranque, dejar reposar por 12 horas y luego rellenar el tranque en su totalidad, para diluir el sulfato y poder aplicarlo a la red de riego (Ferreyra y Sellés, 2013). Acidificación del agua Cuando se confirma la presencia de descomposición de algas y bacterias en la red de tuberías, se deben hacer aplicaciones correctivas de hipoclorito de sodio (NaClO). Para aumentar la efectividad de esta aplicación, es recomendable que el pH del agua sea inferior a 6,5. Con esto se garantiza que el 90% del NaClO se encuentre disponible para el control de algas y bacterias. Para disminuir el pH del agua se debe aplicar algún tipo de ácido al sistema, los más utilizados son el ácido sulfúrico, ácido fosfórico y ácido nítrico, que comúnmente se encuentran en concentraciones de 65%, 85% y 60%, respectivamente. Sin
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