Optimización del riego en paltos y cítricos
Figura 3. En (A) filtro de arena en modo filtración y, en (B), filtro de arena en modo retrolavado. Boswell (1990). El retrolavado puede durar entre dos a cinco minutos y, mientras se esté ejecutando, no habrá paso de agua al sistema, por lo tanto, este periodo debe ser descontando del tiempo de riego. El momento de ejecutar un retrolavado puede ser automatizada a través de un programador o “filtrón”, ajustando los retrolavados a un determinado tiempo de funcionamiento del sistema o cada vez que se cumpla el diferencial de presión entre la entrada y la salida de los filtros, normalmente 0,5 bares. Adicionalmente a los retrolavados, al comienzo de la temporada de riego (o con mayor frecuencia si las condiciones del agua lo demandan), se recomienda abrir la compuerta de los filtros y remover la arena depositada al interior. Al remover la arena se debe observar si ésta se encuentra cementada o aglutinada; si este es el caso, se debe reemplazar la arena. Luego, con una manguera, se debe inyectar agua a presión para remover todas las impurezas que el retolavado no logró limpiar, hasta que el agua salga limpia y la arena vuelva a su color original (blanco). Al final de la temporada de riego, se recomienda abrir nuevamente la compuerta de los filtros, extraer toda la arena y comprobar el desgaste de las paredes interiores del filtro, aprovechando la oportunidad de aplicar pintura antióxido si fuese necesario. Antes de incorporar la arena, se debe revisar si los bordes de las partículas están redondeados; el tipo de arena que se utiliza estos filtros es de bordes afilados, lo que provoca que se generen poros o canales de diferente diámetro y tortuosidad entre ellas, facilitando la captura de A) Modo filtración B) Modo retrolavado
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