¿Qué investigamos nosotras?

72 ¿qué investigamos nosotras? de situarnos a nosotras mismas, nos encontramos rápidamente con preguntas convergentes de las perspectivas decoloniales. Efectivamente, la producción científica contemporánea evidencia profundas asimetrías Norte-Sur que reproducen una colonialidad epistémica. Esto se evidencia no solamente en la concentración de recursos para hacer ciencia, sino que también en lo que se produce y considera como conocimiento. En el área biomédica, por ejemplo, 90% de los recursos están destinados a investigar el 10% de las enfermedades existentes, correspondientes a aquellas de mayor interés en el Norte Global , utilizando además en los estudios desproporcionadamente probandos del Sur Global , donde los costos financieros y éticos de los estudios sonmenores (CONICYT, 2008: 25). De esta forma, existen formas hegemónicas (eurocéntricas) de concebir el conocimiento. De Soussa Santos reconoce así en las epistemologías del Sur (un Sur metafórico, no geográfico), un conjunto de epistemologías que vienen a disputar lo pretendidamente legítimo del conocimiento científico con “nuevos procesos de producción, de valorización de conocimientos válidos, científicos y no científicos, y de nuevas relaciones entre diferentes tipos de conocimiento, a partir de las prácticas de las clases y grupos sociales que han sufrido, de manera sistemática, destrucción, opresión y discriminación causadas por el capitalismo, el colonialismo y todas las naturalizaciones de la desigualdad en las que se han desdoblado; el valor de cambio, la propiedad individual de la tierra, el sacrificio de la madre tierra, el racismo, al sexismo, el individualismo, lo material por encima de lo espiritual y todos los demás monocultivos de la mente y de la sociedad –económicos, políticos y culturales– que intentan bloquear la imaginación emancipadora y sacrificar las alternativas.” (De Soussa Santos, 2010: 16). El carácter hegemónico del conocimiento científico eurocéntrico se materializa en universidades occidentalizadas según Grosfoguel (2013), quien observa que todas las disciplinas de ciencias sociales y humanidades se han construído y se siguen construyendo sobre un canon de pensamiento basado en el conocimiento producido por algunos hombres blancos del Norte Global - Italia, Francia, Inglaterra, Alemania y los EE.UU. Un compañero de estudios contaba así una experiencia vivida en la Universidad, que permite ilustrar un síntoma de esta colonialidad del conocimiento científico: una estudiante había citado en su tesis doctoral a un pensador chileno de la vida cotidiana, el filósofo Humberto Giannini, y una revisora del manuscrito le había criticado el no usar el autor a la raíz de las reflexiones, referenciando entonces como principal contribuidor de su propio pensamiento no al mismo Giannini sino que al filósofo alemán Martin Heidegger...

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