¿Qué investigamos nosotras?

106 ¿qué investigamos nosotras? una relevante puerta de entrada a la revisión de este trabajo. A su vez, en su rol docente en la Universidad de Chile nos ha mostrado su gran interés en los estudios de género y cuerpos, que desde la antropología permite dar una mirada enriquecida a los resultados cuantitativos de nuestro proyecto. Sol partió de una constatación: los resultados del estudio son acordes a sus intuiciones originales, y justamente a partir de ellos se puede observar el modelo de producción científica chilena. La no-publicación de tesis en bibliotecas digitales y abiertas responde, por ejemplo, a la necesidad de publicar para tener luego buenas evaluaciones del sistema de financiamiento de investigaciones, una necesidad particularmente imperiosa en los primeros años de carrera investigativa para la obtención de becas, fondos y puestos. Es evidentemente un freno a la circulación del conocimiento, pero éste se debe a mecanismos del sistema de producción científica más generales. Otro síntoma de esto identificado por Sol es el ranking de las universidades y revistas que sigue criterios establecidos por y que favorecen al Norte Global . De este modo, las políticas de financiamiento de las ciencias chilenas incentivan la publicación en revistas indexadas en la Web of Science (WoS), revistas predominantemente en inglés y pagas, lo que genera otro freno a la producción y circulación científica en redes locales de conocimiento. El financiamiento individual (mediante becas para estudiantes, luego para post-doctorantes o proyectos Fondecyt de iniciación en Chile) favorece asimismo la competición entre pares en vez de potenciar la colaboración entre proyectos o la complementariedad que podría generar escuelas de pensamiento o conocimiento, al mismo tiempo que genera comportamientos que se traducen en temas de investigación, teorías, lenguajes, personas que se pueden desarrollar en el ámbito académico y otras que son excluidas. El trabajo hace eco a otras brechas que existen dentro de la academia, como las brechas de género que se encuentran en el trabajo mismo, en el tiempo mayor consagrado a tareas de cuidado, también en el espacio laboral de las investigadoras, y del poco tiempo para pensar, imaginar o escribir que nos queda. Hay que preocuparse por estas carencias de tiempo por sobrecargas invisibilizadas y que generan dificultades adicionales para el desarrollo científico de las investigadoras. La invitación final de Sol es a reflexionar sobre ¿Cómo debería ser el financiamiento? ¿Qué criterios para incentivar? ¿Qué mecanismos para abrir paso a los discursos subalternos?

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