Sexualidad e inclusión de personas con discapacidad
94 que consulta, invitala a generar un propio proceso de búsqueda y apoyense en los otros profesionales, pueden acordar un tiempo y compartir hallazgos. Finalmente y en esta misma línea, es muy importante reconocerse como parte de un equipo de trabajo. El abordaje de las temáticas de sexualidad, así como otras, deben diseñarse en conjunto e idealmente protocolizarse. Los protocolos de atención en sexualidad no deben ser especiales para las personas con discapacidad, sino considerar los ajustes razonables para que estas y otras personas accedan a los servicios ya existentes, considerar la capacitación al personal sanitario para que cuente con actitudes y aptitudes para su atención y además, deben considerar el autocuidado del equipo, toda vez que se movilizan experiencias y emociones que no siempre se está preparado para acoger y abordar, sin que esto repercuta en la salud del profesional. DIVERSIDAD SEXUAL En el mundo occidental, incluida América Latina, la articulación particular de las relaciones entre los géneros ha ocasionado una histórica desigualdad entre hombres y mujeres, divergencia que ha beneficiado preponderantemente a los hombres heterosexuales. Sin embargo, la llegada de transformaciones socioculturales globales ha contribuido a modificar progresivamente las normas y valores de las sociedades occidentales en el sentido de una mayor equidad en las relaciones entre géneros (Barrientos, 2013).
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=