Sexualidad e inclusión de personas con discapacidad

80 Virus de Inmunodeficiencia Humana El virus de inmunodeficiencia humana ( VIH ) se transmite por vía sanguínea, vertical (madre a hijo o hija) y sexual, siendo esta última la vía preferente de transmisión en nuestro país. Dentro de las prácticas sexuales, el sexo anal receptivo constituye el de mayor riesgo para la infección por el virus, no obstante, la infección es posible de ser transmitida también en los otros tipos de relaciones sexuales penetrativas (Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, 2017b). Como acuerdo mundial la asamblea general de las Naciones Unidas ha propuesto poner fin al VIH-SIDA para el año 2030. Considerando que Chile mantiene una epidemia concentrada en poblaciones específicas, es importante no sólo buscar activamente las nuevas infecciones en dichos grupos, sino también en todos aquellos en donde la libertad para tomar decisiones sobre salud sexual y reproductiva y el acceso a esta misma información se ve limitada ( ONUSIDA , 2016). Las personas con discapacidad tienen un riesgo igual o superior al poblacional de infectarse con el virus del VIH , siendo algunas de las razones que aumentan la vulnerabilidad: el comportamiento sexual de riesgo, la violencia sexual, el uso de drogas parenterales y el bajo acceso a servicios de prevención y educación, por lo que alineado con la Convención se debe garantizar la participación de las personas con discapacidad en los programas educativos y preventivos en relación con el VIH y otras infecciones de transmisión sexual ( ONUSIDA - OMS , 2008). El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA ( ONUSIDA ) propone como estrategia para el logro del fin del Sida, que para el año 2020 ( ONUSIDA , 2015): ➔ ➔ El 90% de las personas que viven con VIH sepan su diagnóstico. ➔ ➔ El 90% de las personas diagnosticadas con VIH reciban terapia antirretroviral ( TARV ). ➔ ➔ El 90% de las personas que reciben TARV tengan carga viral indetectable.

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