Sexualidad e inclusión de personas con discapacidad
58 Género como determinante Cuando se habla de género, se refiere tanto a las normas y comportamientos (roles de género), como a la percepción que se tiene sobre el género propio (identidad de género). En el caso de los roles de género, éstos son construcciones sociales que se consideran adecuados según las personas sean de sexo femenino o masculino; por ejemplo, es común que las mujeres asuman actividades de cuidado y de demostración afectos, y que los hombres asuman el rol de mayor proveedor económico del hogar; no estando esta diferencia explicada por la biología. La identidad de género por otra parte se relaciona con la percepción personal que se tiene del género al que uno pertenece ( ONU , 2016; OEA , 2010; OPS , 2011). La división sexual del trabajo y otras actividades cotidianas generan de manera directa e indirecta riesgos diferenciados en salud, así mismo las mujeres y hombres trans también presentan perfiles de morbimortalidad diferentes (usualmente peores) al sexo al que pertenecen. Muchas veces estos peores resultados en salud se dan porque estas subpoblaciones, tienen acceso restringido a recursos y dispositivos de salud. Un ejemplo de lo anterior es que los niños menores de 10 años son muchas veces alimentados en mejor y mayor cantidad que las niñas de la misma edad, teniendo ambos el mismo requerimiento nutricional (Vlassoff, 2007). En el caso de las personas trans, en quienes hay discordancia entre la percepción de su propio género con su sexo de nacimiento, se observa que tienen mayor riesgo de problemas de salud mental como depresión, ideación suicida, exposición a violencia y mayores problemas en la esfera sexual y reproductiva; todos ellos muchas veces potenciados por la discriminación constante en que viven sus vidas y la dificultad que tienen para participar plenamente en sociedad ( OPS , 2011). En nuestro país al igual que en todos los otros, existen diferencias en los resultados de salud entre hombres y mujeres, los cuales pueden relacionarse con las normas y roles de género existentes. Por ejemplo, el observatorio de género y salud para el año 2004 cifraba que las mujeres perdían 8 años de vida por enfermedad más que los hombres, y la última encuesta de discapacidad realizada en nuestro país mostraba que alrededor de 60% de las personas con discapacidad son mujeres ( SENADIS , 2016).
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=