Sexualidad e inclusión de personas con discapacidad
48 Chileno se encuentra al debe en este sentido; no sin razón ha sido una de las preocupaciones expresas del Comité de la ONU respecto del cumplimiento estatal de la Convención en abril de 2016. Los profesionales de la Salud deben impulsar y proteger su labor; su propia idoneidad ética, exigiendo al Estado que se provean los intérpretes profesionales de lengua de señas en sus áreas de atención, en conformidad con lo señalado en la Convención artículo 9º. Si se impulsan Proyectos de Ley para el acceso al espectáculo televisivo; ¡Con mayor razón en forma de redes articuladas debemos exigir que se cumplimenten los derechos sexuales de la mujer Sorda en cuanto a su Derecho a la autonomía e integridad del cuerpo, Derecho a la privacidad, Derecho a la educación y el derecho a la educación integral de la sexualidad y tantos otros Derechos expresados en este manual! Por otra parte; en nuestros espacios de interacción se repiten una y otra vez historias de abuso y violaciones sexuales que han rozado el extremo de la normalización en el discurso de la mujeres Sordas; muchas las consideran situaciones normales que hay que tolerar o superar sin más discusión; los psicólogas y psicólogos comprometidos deben plantearse como especial desafío conocer la lengua de señas y cultura de nuestra comunidad hasta alcanzar un nivel tal de dominio que les permita atenderlas directamente; toda vez que la presencia de intérpretes es otro factor que inhibe el deseo de participar en un programa de recuperación física, emocional y espiritual. Las mujeres Sordas nos consideramos agentes principales de nuestro propio desarrollo sexual y reproductivo; no queremos simplemente ser meras beneficiarias de los programas. Creemos firmemente que nuestra entera Comunidad se verá en mayor medida beneficiada cuando no seamos simplemente invitadas a los talleres o a las investigaciones como meros agentes complementarios sino como protagonistas, como investigadoras, como relatoras, como personas que no sólo tienen la experiencia vital sino también los recursos académicos, activistas, empíricos y por sobre todo, por ser quiénes día a día convivimos enfrentando las barreras y los conflictos cotidianos de hacer valer nuestros derechos. Por ello, invitamos a las entidades de Salud para que incorporen en sus equipos de trabajo a las mujeres Sordas como parte de su capital humano remunerado, para entregar educación en derechos sexuales y reproductivos a todas las mujeres Sordas en Chile; quiénes se sentirán identificadas y valoradas por la gestión que considera a sus iguales como personas relevantes en la promoción y prevención.
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