Política de corresponsabilidad social en la conciliación de las responsabilidades familiares y las actividades universitarias

Julieta Kirkwood, mujer ejemplar, motivo de orgullo para nuestra Universidad, afirmaba que “si todas las especificidades de la discriminación de la mujer son construidas social y culturalmente, entonces, pueden y deben ser modificadas cultural y socialmente”. Esa tarea, esos cambios imprescindibles, son parte funda- mental de las responsabilidades que hoy deben guiar a la Universidad de Chile. Si uno tuviera que argumentar a favor de la necesidad de que las sociedades se examinen a sí mismas, y piensen en aquellas cosas que tienen que corregir y su- perar, no seme ocurriría un ejemplomás concreto y paradigmático de un absurdo socialmente institucionalizado que recordar que la primera vez que las mujeres tuvieron derecho a voto en una elección presidencial fue en 1952. Parece increí- ble que recién en 1949 algo que no tenía fundamento alguno haya podido ser mo- dificado. Este ejemplo ilustra como el tema de los derechos de las mujeres corres- ponde a constructos sociales, que se arman, se comprenden y tienen momentos en la historia que hay que entender dentro del momento cultural que se vive. Algunos de estos prejuicios emanan de un muy mal entendido determinismo bio- lógico que afirma que en la coevolución entre hombres y mujeres ciertas funcio- nes fueron entregadas a uno u otro sexo y son independientes de la epigénesis. Se pretende a partir de estas supuestas tendencias naturales sostener que hay roles, incluyendo profesiones, que serían más apropiadas para mujeres o para varones. Se justifican así los clásicos estereotipos. En todo caso, quien quiera que haya vis- to un cariograma, sabrá que el cromosoma “Y” no parece precisamente el más po- deroso del conjunto, como para vincularlo con funciones de autoridad. El supuesto determinismo biológico sirve de apoyo a una construcción social de varias etapas. En primer lugar define expectativas respecto al acceso a la univer- sidad, ¿cuál es, en función de su género, en el ámbito de la familia, la escuela, el entorno social, la expectativa para los jóvenes de ir a la universidad? Y una vez en la universidad, ¿cuál es la expectativa respecto a la carrera que habría de seguir y a su futuro laboral? Son preguntas plagadas de prejuicios donde es un sistema sociocultural el que sigue encasillando a las mujeres en determinados roles.

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