Tópicos de odontología integral II : atención odontológica para el adulto mayor
Sentimientos, emociones y vivencias por pérdida de dientes en adultos mayores 57 de conocimiento del proceso de salud enfermedad. Sólo algunos relataron que la causa era el descuido bucal por falta de higiene y problemas de ali- mentación: - - “Mis papás perdieron sus dientes, primero que nada, por el asunto de la higiene y otra por el asunto de alimentación. Además, mi papi cuando chico tuvo mucha carencia económica”. Nuevamente nos situamos ante los mismos escenarios; las entrevistas de los fami- liares confirman y validan los datos obtenidos de los adultos mayores de la muestra, como también los datos obtenidos del grupo focal, ante la temática planteada. ¿Cómo percibieron a su familiar al perder sus dientes? La principal opinión fue compartida entre “se comporta como siempre” (opinión que puede estar influenciada porque los adultos ya tenían prótesis, esto se deduce porque la opinión está en tiempo presente) y “estaba como triste y amargado”, como lo demuestran las siguientes citas: - - “Yo no sé si será a través de la pérdida de dientes, pero él siempre ha sido muy amargado, no ve que demuestra muchos más años de los que en verdad tiene, y no sé si será lo mismo, porque como le explicaba para él es incómodo comer, anda buscando las cositas blandas”. - - “Cuando empezó a perder los dientes se sentía bastante mal, como yo mismo. Se tapaba la boca… tremendamente mal. Le dieron nervios, todo eso. Estaba un poquito nerviosa, como ya le dije. Con cualquier cosa caía en arrebatos”. -- Ambas opiniones revelan el malestar de los adultos, observado y vivido por sus familiares. Otros relataban la dificultad que les provocaba no tener dientes: - - “Comía cosas blandas, molía la comida. Mi papá daba vuelta el pan, y se los comía desde dentro, desde la miga, porque no podía comer, fue muy difícil para él, y siempre calladito”. - - “Tuvimos que hacer dos comidas, una para mi papá y la otra para nosotros, sino no comía nada, se veía muy triste”. -- El no tener dientes obliga a succionar los alimentos, preferir alimentos blan- dos o simplemente tragarlos. Algunos de los adultos comenzaron un proceso de ensimismamiento y reclusión o aislamiento, partiendo por uno de los
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