Tópicos de odontología integral II : atención odontológica para el adulto mayor

Trastornos temporomandibulares (T.T.M.) y el adulto mayor 327 Otras variables a tomar en cuenta en la gran variedad de resultados obtenidos son las diferencias culturales, sociales y/o étnicas (45) (Schmitter 2005). Los estudios han encontrado una alta prevalencia de TTM en el adulto mayor, con porcentajes de entre 47% y 61%, con severidad de dolor variable entre los distintos estudios, pero generalmente moderada (22)(Camacho 2014). La mayor parte de los individuos presentan desplazamiento discal con reducción, seguidos por artralgia y osteoartrosis y en menor proporción se encuentran los sujetos que sufren dolor miofascial (44) (Sandoval 2015). La menor prevalencia de diagnósti- cos de tipo inflamatorio se puede deber a los criterios de exclusión establecidos en la metodología de los estudios, donde generalmente se excluyen sujetos con antece- dentes de enfermedades crónico-degenerativas como artrosis, artritis o lupus (46) (Dworkin 1992). La artritis degenerativa, al ser una enfermedad relacionada con la edad, su progresión y severidad en relación a los cambios óseos en el cóndilo y ca- vidad glenoidea se incrementan con los años. En los pacientes geriátricos, se espera que los pacientes presenten una mayor frecuencia y severidad de cambios óseos degenerativos progresivos debido al desarrollo de osteoartritis (19) (Alexiou 2009). En cuanto a la presencia de signos y síntomas relacionados con TTM, la prevalen- cia es mayor. Se han encontrado prevalencias de entre 70 y 96% para la presencia de algún signo o síntoma relacionado con TTM (47) (Ibarra 2015). Dentro de los síntomas reportados por los pacientes, el dolor es el principal, tanto en adultos mayores como en pacientes más jóvenes (24) (Badel 2012).Los adultos mayores generalmente presentan una mayor prevalencia de signos clínicos de TTM (ruidos articulares como click y crépito, y limitación de movimientos mandibulares) que los individuos más jóvenes, que generalmente presentan condiciones más doloro- sas, como dolor articular o dolor facial(24, 45, 48) (Badel 2012, Schmitter 2005, Ow 1995). Esta idea concuerda con lo observado en poblaciones geriátricas, donde se registra una mayor prevalencia de signos, como ruido articular, en comparación con dolor articular (47, 49) (Ibarra 2015, Almagro 2011). En estudios con ma- terial de autopsia, la artrosis es más frecuente en los adultos mayores que en los jóvenes, lo que explica las diferencias en relación a la mayor presencia de crépito en la población geriátrica (50) (Wildmalm 1994). En relación a lo anterior, se ha concluido que la presencia de signos clínicos de TTM se encuentran asociados a la vejez (a mayor edad mayor presencia de signos), a diferencia de los síntomas, que irían disminuyendo con la edad (9, 45) (Rutkiewicz 2006, Schmitter M 2005). Por otro lado, otros estudios han observado mayor prevalencia de dolor muscular en

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