Tópicos de odontología integral II : atención odontológica para el adulto mayor
Dolor orofacial en adultos mayores 307 y cuáles son las características del dolor en el envejecimiento. Esto ha sido difícil de determinar, porque las condiciones clínicas, biológicas, sicológicas y terapéuti- cas son mucho más complejas, en relación a los segmentos más jóvenes y existen diferencias sustanciales en la población estudiada, en los métodos utilizados y las definiciones utilizadas en la investigaciones publicadas del dolor: (17). Además se debe considerar la sub-notificación del dolor que existe en los adultos mayores. Sin embargo, todo parece indicar que el dolor más prevalente, es el dolor crónico en la población de adultos mayores, en relación a la población más joven. Los estudios reportan prevalencias alarmantes: en Estados Unidos, el dolor crónico se estima que afecta alrededor de 68 millones de personas cada año, el 25 por ciento de los cuales es de edad avanzada, porcentaje que aumenta a un 40 por ciento en los residentes de hogares de ancianos, quienes registraron padecer de dolor moderado a diario o dolor insoportable ocasional. En el Reino Unido, el dolor o malestar se reporta por lo menos en el 50 por ciento de las personas mayores de 65 años o más y en un 60 por ciento en los mayores de 75.9 años (18). Estudios comparativos que asociaron presencia de dolor, intensidad por sexo y por grupo etario (62-69 años, 70-79 años y 80-91 años) con las variables demográficas, función física, estado de ánimo y la autopercepción de la salud, mostraron que no hubo diferencia en el dolor por grupo etario, pero sí por sexo donde las mujeres presentaron más puntos dolorosos y más intensos. Los indicadores de salud también revelaron que existe una asociación significativa entre un aumento de la comorbilidad, la dependencia, la mala autopercepción de la salud y los síntomas depresivos con los pacientes que reportaron un dolor mayor o moderado en comparación con los que reportan dolor leve a ausencia de dolor. El dolor moderado o mayor también se asoció con condiciones comorbilidad adicionales, muchos de los cuales son asociados con do- lor persistente, como la artritis, la diabetes y la osteoporosis (11). En relación al dolor orofacial los datos epidemiológicos indican que afecta a un 22% de la población de los cuales un 12.3% corresponde a dolor dentario y un 5.3% a dolor músculo-esquelético y, más específicamente, los pacientes que sufren de dolor orofacial crónico serían un 7% de la población (36). El dolor orofacial es un dolor complejo, por el tipo y la cantidad de estructuras anatómicas y tejidos que conforman el territorio bucomáxilofacial y por las relaciones que establecen entre ellas, que cuentan con una gran densidad de terminaciones nerviosas sensitivas y motoras, cuya representación topográfica cortical es muy grande. Este territorio tiene una connotación fundamental en la autoimagen y la boca, especialmente
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