Tópicos de odontología integral II : atención odontológica para el adulto mayor
Periodoncia en el adulto mayor 177 parte del paciente y el mantenimiento profesional periódico por parte del odontó- logo y el higienista dental (22). En general se tiende a considerar que en los pacientes adultos mayores el trata- miento periodontal debería ser conservador, es decir no quirúrgico. En aquellos pacientes saludables que presentan un deterioro periodontal constante, se puede optar a la terapia quirúrgica. La edad no es una contraindicación para la cirugía periodontal, pues la cicatrización obtenida luego de la terapia no es diferente en los pacientes adultos mayores comparados con los más jóvenes (23). La Academia Americana de periodoncia sostiene que la salud periodontal debe lograrse en la mayoría de los casos a través de la manera menos invasiva y más rentable. Esto se logra a través de un tratamiento periodontal no quirúrgico que incluye instrucciones de higiene oral (OHI) y el pulido y alisado radicular de la superficie de la raíz para eliminar la placa, el sarro y las toxinas bacterianas de los sacos periodontales profundos. Como tratamiento complementario se pueden in- corpora la terapia antimicrobiana según sea necesario, la cual se debe evaluar caso por caso (23). Se ha visto que el tratamiento periodontal no quirúrgico tiene a reducir la concen- tración circulante de citoquinas pro inflamatorias como TNF-a y PCR que podría ser muy importante en enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades sisté- micas. El factor decisivo para el éxito de cualquier terapia periodontal es el control adecuado del biofilm por parte del paciente. Aquellos que no puedan obtener un buen control de la placa bacteriana no deberían ser sometidos a una terapia quirúr- gica periodontal. La clave de la periodoncia geriátrica es el mantenimiento, el cual está relacionado a la habilidad del paciente para acompañar una adecuada higiene bucal con visitas regulares de mantenimiento. La retención del biofilm es un problema en los adultos mayores, por la existen- cia de restauraciones defectuosas, superficies radiculares expuestas, etc. Además la mayoría tiene dificultad para remover mecánicamente la placa bacteriana, por la disminución de la destreza manual o por limitaciones físicas severas asociadas a condiciones como artritis, accidentes cerebro vasculares o Parkinson que dismi- nuyen su habilidad para usar adecuadamente el cepillo o la seda dental. Algunas enfermedades sistémicas además pueden iniciar y agravar algunos problemas den- tales existentes; al mismo tiempo, la motivación para realizar efectiva higiene bucal puede disminuir en pacientes frágiles y funcionalmente dependientes (23).
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