Tópicos de odontología integral II : atención odontológica para el adulto mayor
Periodoncia en el adulto mayor 167 Una serie de estudios transversales han informado de una relación directa entre la edad, prevalencia y gravedad de la pérdida de inserción clínica, la pérdida de hueso alveolar y la profundidad de bolsa. Grossi y cols. estudiaron los indicadores de riesgo de pérdida de inserción en una población de 25 a 74 años de edad y hallaron que la edad era el factor más fuertemente asociado, con un OR de 1,72 (IC 95 %: 1,18-2,49) en las personas de 35-44 años y un OR de 9,01 (IC 95 %: 5,86-13,89) en las de 65-74 años. En un estudio simultáneo, los mismos autores encontraron una asociación aún mayor entre edad y pérdida de hueso alveolar, con un OR de 2,6 (IC 95 %: 1,75-3,83) en las personas de 35-44 años y un OR de 24,08 (IC 95 %: 15,93-36,29) en las de 65-74 años. Una revisión reciente señaló que los estu- dios transversales que medían experiencia de enfermedad debían encontrar mayor pérdida de inserción en los grupos de mayor edad, ya que el nivel clínico de inser- ción y la pérdida de hueso eran (efectivamente) medidas irreversibles de experien- cia previa de enfermedad. Se recomiendan estudios longitudinales que valoren la progresión de la enfermedad (o su regresión) como un mejor modelo para valorar la edad como factor de riesgo de enfermedad periodontal (8). Varios estudios longitudinales han involucrado la edad como factor de riesgo de enfermedad periodontal. Papapanou y cols., utilizando análisis bifactoriales y mul- tifactoriales, hallaron que la edad era un factor de riesgo significativo de la pérdida de hueso alveolar, al seguir durante un período de 10 años a pacientes suecos de 25 a 70 años. Ismail y cols. informaron que la edad era un factor de riesgo significativo de pérdida de inserción clínica en pacientes seguidos durante 28 años. Prácticamente el mismo número de estudios longitudinales no ha podido demos- trar que la edad sea un factor de riesgo de enfermedad periodontal. Brown y cols. evaluaron el efecto de la edad en el nivel de inserción durante 18 meses en personas ≥ 65 años y, utilizando un análisis multifactorial, no observaron efecto alguno de la edad (8,11). Beck y Koch no hallaron efecto alguno de la edad en los niveles de inserción de 338 personas ≥ 65 años seguidas durante 3 años. Ship y Beck estudiaron a 95 varones y mujeres sanos (de 29 a 76 años en la primera visita) del Baltimore Longitudinal Study of Aging, durante 10 años. Los cambios en el nivel de inserción y en la pérdida de inserción se valoraron como una medida longitudinal de la progresión de la enfermedad. Observaron que con el tiempo se producía destrucción periodontal (medida por la pérdida de inserción), pero ésta no se relacionó con la edad o el sexo. Los autores plantearon que las enfermedades
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