Extensión con sentido país: innovando en las prácticas de extensión, vinculación con el medio y comunicaciones en la Universidad de Chile 2016-2018

78 Es decir, para un mundo complejo debemos formar estudiantes que sean capaces de adap- tarse y ofrecer respuestas innovadoras y transformadoras de su entorno. Por ello un currí- culo o proyecto educativo debe abarcar no solo los conocimientos básicos sino aprendiza- jes inclusivos y a lo largo de la vida, como proponen estas agendas internacionales. De ahí que la radio integrada en la educación formal haya sido desaprovechada, al enten- derla solo como un complemento de la enseñanza tradicional o como medio para, pero no como fin. Rodero critica que la radio como medio se reduzca a conocimientos cu- rriculares adquiridos a través de la mediación y posibilidades tecnológicas de la antena, pero es mucho más que eso, ya que “reclamamos la participación creadora del alumno y fomentamos el desarrollo de sus capacidades de expresión oral” (Rodero, 1997, p. 6). Si bien no es fácil modificar una cultura educativa y de convivencia instalada en el Liceo Gabriela Mistral y, por otra parte, superar la lógica asistencialista o de intervención social que tienen muchos proyectos, la iniciativa “La Universidad de Chile apoya el Fortalecimiento de la Educación Pública con el Liceo Gabriela Mistral”, con sus talleres de radio y radioteatro, ha estado lejos de aquello. Por el contrario, la radio creación se concibe como un eje fundamental de los medios para la educación hoy en día y el radio- teatro, en específico, se transforma en una herramienta educativa valiosa (Rodríguez, 2014) para conectar a los estudiantes con la historia o la literatura, contenida en los planes curriculares, o desarrollar proyectos de ficción que rescaten el patrimonio y la diversidad cultural de un país, una región, comuna o un liceo como el Gabriela Mistral. La democratización de la palabra es una de las deudas de los procesos de redemocrati- zación del país después de la dictadura y lo sigue siendo, en todos los niveles, desde la escuela hasta la opinión de los adultos mayores. Por ello un modelo de radio educativa debe contemplar un enfoque de comunicación participativa que permita democratizar la escuela y darle voz a las niñas, niños y adolescentes que no tienen, muchas veces, espacios para expresarse y comunicarse, y tampoco son fuente de información para los medios de comunicación. En cambio son estereotipados o expuestos a informaciones que afectan su interés cultural y social, como ha alertado el Comité de los Derechos del Niño, haciendo seguimiento del grado de cumplimiento de la Convención de los Derechos del Niño, ratificada en Chile en 1990. Uno de los aprendizajes es que cualquier modelo de hacer radio debe tener pertinencia sociocultural. El Liceo Gabriela Mistral es un ejemplo de ello. Si no supiésemos que la falta de educación en sexualidad en todo el sistema educacional es uno de los factores que ha incidido en el aumento explosivo de enfermedades de transmisión sexual en los adolescentes, o si no hubiésemos considerado la composición intercultural del liceo, el proyecto de radio habría sido un fracaso o no habría comprometido o identificado a los “Los sistemas educativos deben ser pertinentes y adaptarse a los mercados laborales en rápida evolución, los avances tecnológicos, la urbanización, la migración, la inestabili- dad política, la degradación ambiental, los riesgos y desastres naturales, la competencia por los recursos naturales, los desafíos demográficos, el aumento del desempleo en el mundo, la persistencia de la pobreza, la desigualdad creciente y las amenazas cada vez mayores a la paz y la seguridad” (Unesco, 2015, p. 26).

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