Extensión con sentido país: innovando en las prácticas de extensión, vinculación con el medio y comunicaciones en la Universidad de Chile 2016-2018

628 La vinculación que se establece entre las distintas comunidades se va dando a medida que los proyectos avanzan. En algunos casos, las y los estudiantes de la Universidad se integraron desde un comienzo en la etapa de diagnóstico participativo. En otros, co- menzaron su trabajo durante las etapas de diseño y ejecución. Los proyectos de mayor impacto fueron aquellos donde la vinculación se hizo de forma más temprana y conti- nuó hasta el cierre del proceso, generando equipos de trabajo horizontales, más allá del origen de cada comunidad. El diseño de esta propuesta de aprendizaje entre comunidades permite aportar en dis- tintos niveles a los sujetos involucrados, aprovechando la variedad de cruces metodo- lógicos y de comunidades que se van integrando durante su implementación. De esta forma, es un modelo con múltiples salidas, ya que puede ser tomado y replicado por las distintas comunidades participantes como una suerte de manual, modelo, guía u orientación. Por una parte, es de utilidad para las comunidades escolares en un formato de manual docente, cuaderno pedagógico o material para estudiantes que las mismas escuelas pueden implementar buscando la vinculación con sus territorios y el mundo universitario. Por otro lado, constituye un modelo de vinculación con el medio para la comunidad universitaria, ya sea para sus programas de extensión de facultades, como para escuelas de pre y postgrado que incluyen el trabajo con comunidades dentro de su formación de profesionales. Incluso para todas las carreras, este modelo sirve como una experiencia real y concreta de trabajo en contextos escolares y de alta vulnerabilidad, apelando tanto al rol formativo como social que tiene por definición la Universidad. Además, resulta ser un modelo de vinculación con y entre territorios donde surge la sociedad civil, al abordar campos que trascienden lo netamente educativo. Cabe considerar la naturaleza dinámica de los territorios y las particularidades socio- culturales de cada contexto, por lo que esta propuesta se presenta como un modelo flexible, susceptible a ser modificado y adaptado según las necesidades contextuales de cada territorio. Esta capacidad de adaptación es parte de una iniciativa como esta y, en realidad, de cualquier propuesta que realmente se proponga considerar como parte sustancial y transversal del proceso a los sujetos que participan en ella. No sólo se trata de extensión o vinculación, sino de generar instancias de trabajo bajo lógicas colabo- rativas y horizontales con sujetos que provienen de diversos contextos, más allá de sus diferencias sociales, culturales o económicas. Y esto siempre en función del desarrollo de experiencias colectivas de aprendizaje recíproco, en búsqueda de transformaciones sociales más amplias. Otro punto importante en la implementación de esta estrategia es su capacidad para desarrollar una serie de habilidades que la UNESCO definió como fundamentales para que cualquier persona se pueda desenvolver de forma eficaz en el siglo XXI (Luna, 2015). De esta forma, se propone un nuevo modelo de aprendizaje enfocado en desa- rrollar competencias y aptitudes específicas. Entre estas se incluye la identificación con el entorno; la conciencia territorial, social y ambiental,; la capacidad de comunicación y argumentación; el manejo de tecnologías de la información y comunicación (TICs); el trabajo colaborativo; el pensamiento crítico y la resolución de problemas; la creatividad y la innovación; entre otras. Este modelo apunta al desarrollo de habilidades a partir de trabajos prácticos y situados en un constante ejercicio de aprender haciendo.

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