Extensión con sentido país: innovando en las prácticas de extensión, vinculación con el medio y comunicaciones en la Universidad de Chile 2016-2018

62 y responder a los requerimientos que cada unidad tiene, así como también a aquellos identificados por la comunidad interna y externa para la cual trabajamos. Volviendo al punto inicial, en las dimensiones objetivas hemos tenido que aprender de las dimensio- nes técnicas y herramientas que se requieren, por ejemplo, para llevar a cabo las labores museológicas. En el ámbito de las construcciones subjetivas en aspectos tales como normativas, valo- res, estrategias y prácticas cotidianas; esto ha sido un ajuste constante. Como humanos que somos, hemos tenido que sintonizar y conversar sobre nuestras perspectivas y sobre el quehacer práctico, y apuntar a construir subjetividades. En parte, todos/as hacemos un esfuerzo por colaborar y aportar a los requerimientos que cada unidad tiene, y al mismo tiempo establecer procedimientos administrativos y burocráticos para el mejor funcionamiento. Ambas dimensiones (objetivas y subjetivas) deben tenerse presentes para otorgar congruencia al trabajo, cuestión nada fácil en organizaciones tan comple- jas administrativamente. Sin embargo, a pesar del impulso creativo y muchas veces rupturista que tiene el mismo espíritu de la extensión y la vinculación con el medio, el desarrollo de una unidad admi- nistrativa como Dirección debe entenderse dentro de los procesos de gestión pública. Esto implica regirse bajo principios como planificación, coordinación y ejecución de actividades, y considerar una evaluación y seguimiento de su labor. Esto es un aspecto que hay que saber equilibrar. De momento, en la conjugación entre la gestión pública y el enfoque concientizador desde el cual nos motiva trabajar, estamos en un estadio exploratorio y de definición de planificaciones y coordinación, al mismo tiempo que ejecutamos a acciones y estamos siendo evaluados. Así, nuestro trabajo cotidiano se presenta como un conjunto de procesos emergentes (a ratos caóticos) y no lineal. Para el área de cultura y patrimonio, la pertinencia pública y el compromiso social son aspectos fundamentales. Básicamente porque la cultura, a través de sus múltiples expre- siones, ha sido difusora de conocimiento. Además, es capaz de observar y manifestar momentos y fenómenos sociales, utilizando recursos para promover principios tales como la democratización y participación cultural, reflexividad, pluralidad, reconoci- miento de identidad propia/colectiva y rescate de saberes populares. En esta área, la extensión cumple con otorgar habilidades que son transversales en el desarrollo huma- no, y justamente tributa de una manera muy cualitativa a los procesos de investigación y docencia, porque desarrolla el espíritu, la creatividad y el pensamiento divergente e innovador. En definitiva, le da sentido a la Universidad como un organismo que fluye y se posiciona en un momento histórico, no la aleja ni la deja como observadora distante de la realidad, sino que, más bien, se hace parte del sistema social. De momento hay que tener presente que este es un proceso que recién avanza y por lo tanto no podemos presentar resultados en formato de evidencia en términos cuantita- tivos, pues vivimos un proceso de acomodación, adaptación y resiliencia en cuanto área de cultura y patrimonio. En este punto hay que tener presente que la extensión no es un área que se potencie, y jerárquicamente se encuentra en los niveles de baja prioridad. No obstante, afortunadamente podemos complementar lo anteriormente descrito y ex- poner el trabajo concreto que se ha desarrollo en este plazo, en lo siguiente:

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=