Extensión con sentido país: innovando en las prácticas de extensión, vinculación con el medio y comunicaciones en la Universidad de Chile 2016-2018
Trabajos Voluntarios FECH: un modelo interdisciplinario y autónomo de desarrollo comunitario rural 594 Bárbara Aguiar Arias y Javiera Ortiz Tapia los conocimientos y habilidades adquiridas en su formación profesional. Esto puede prestar gran valor sobre todo a la docencia de nuestra Universidad, dando lugar a nuevas formas de enseñanza y aprendizaje, así como también a la implementación de alianzas en el trabajo entre distintas unidades académicas, estamentos, organismos públicos y/o comunitarios. El objetivo general de este artículo es caracterizar el modelo de intervención comunita- ria rural de los Trabajos Voluntarios FECH. Sus objetivos específicos son: caracterizar el modelo de integración interdisciplinaria que permite a estudiantes de distintas carre- ras interactuar entre sí; identificar fortalezas de la metodología de trabajo a mediano plazo, y de la integración de la comunidad en la elaboración de proyectos que orientan el trabajo; y reflexionar en torno a las tensiones existentes entre mantener la autonomía e impulsar la institucionalización de esta iniciativa de extensión. Antecedentes “La historia de la FECH y sus TTVV son una sola” (Febré & Soto, 2018, p.5). En el año 1905, una epidemia de viruela se esparció por Valparaíso. En este marco, estudiantes de Medicina organizaron un voluntariado, enfocando sus estudios en beneficio directo de las comunidades. Con esto se inició un proceso de expansión de la organización de estudiantes que, junto a otros hitos, llevó a la fundación de la FECH en 1906 (Febré & Soto, 2018). Destacados son los hechos ocurridos en 1914 en Tocopilla con un brote de fiebre amarilla, cuando el voluntario Marcos Macuada murió a raíz de esta enferme- dad; y en Penco en 1960, cuando un terremoto sacudió la zona centro-sur del país y el despliegue de estudiantes llevó, entre otras acciones, a la construcción de la Población FECH en esa ciudad (Araneda & Arredondo, 2015). Desde su fundación, la FECH fue partícipe de manifestación políticas importantes en el país, forjando una cultura de organización y compromiso social. Sin embargo, fue desarticulada luego del golpe de estado en 1973, dando paso a la Federación de Cen- tros de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECECh), cuyas directivas delegadas ejercieron de forma ilegítima la representación y vocería del estamento hasta mediados de los años ’80. Entonces se inicia el resurgimiento democrático de los centros de estu- diantes, hasta la refundación de la Federación en 1984. Ya desde el año 1983 se retoma la organización de los TTVV, sin embargo, en 1985 la dictadura emite un decreto en que indica que este tipo de voluntariados requiere autorización del régimen, a lo cual la Federación se niega. Esto resulta en la prohibición de la realización de estos TTVV en Aconcagua y la persecución por parte de agentes del Estado. Las detenciones produci- das culminan con el fallecimiento del estudiante y voluntario Patricio Manzano debido a las torturas ejercidas (Campos, 2016). Desde ese entonces a la fecha, la Federación ha mantenido activos sus TTVV en distintas regiones del país, brindando apoyo a zonas dejadas de lado por el Estado con la intensión de disminuir la brecha entre la Universi- dad y la realidad (Febré & Soto, 2018). Los TTVV han transitado por distintas etapas. Actualmente son parte la Secretaría de Extensión y TTVV FECH, espacio de organización estudiantil abierto y con trabajo permanente durante todo el año. Su objetivo es realizar extensión universitaria desde un voluntariado de la Federación de Estudiantes, a través de la ejecución de un proyecto de al menos 3 años de duración. En estos proyectos, los conocimientos aprendidos en la Universidad se ponen a disposición de los territorios y comunidades, y estas los retroa- limentan en pos de un aprendizaje bidireccional, de manera íntegra e interdisciplinaria.
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