Extensión con sentido país: innovando en las prácticas de extensión, vinculación con el medio y comunicaciones en la Universidad de Chile 2016-2018

43 cambios en la cultura universitaria, acorde a la cultura del siglo XXI, cada vez más in- terdisciplinaria y multidimensional. De esta manera se abre paso a nuevas dinámicas, donde la realidad presencial es tan importante como la realidad virtual, cuyas fronteras también son difusas, toda vez que lo presencial y lo virtual tienden a confundirse en una misma realidad. El aula del siglo XXI debe entenderse como un laboratorio de experimentación y apren- dizaje permanente, donde el conocimiento no lo entrega verticalmente el profesor, sino que surge de los ensayos y errores producto de la participación interactiva de profesores y estudiantes, en relaciones horizontales donde las preguntas valen tanto o más que las respuestas. El medio externo finalmente es lo mismo, un “aula” o laboratorio de apren- dizaje que obtiene logros en base a ensayos y errores. En el siglo XXI la universidad se hace tanto afuera como adentro del aula; es tanto presencial como virtual. Profesores y estudiantes son tanto maestros como aprendices. El aula se transforma en país y el país en aula. Por lo menos hay tres aspectos importantes a destacar en la parte final del presente artí- culo, a modo de aprendizaje y recomendación: Lo primero se refiere a la necesidad de tener un enfoque sistémico en el trabajo universi- tario, en donde la docencia, la investigación, la creación y la extensión deben entenderse como partes de un mismo todo coherente, generador de sinergias. Realizar proyectos o acciones aisladas de extensión y vinculación no garantiza buenos resultados; al con- trario, significa pérdida de tiempo y de recursos. Solo valen los proyectos y acciones articuladas dentro de procesos continuos, dentro de un enfoque tridimensional, con metas de corto, mediano y largo plazo. Lo segundo se refiere al trabajo en equipos, con la participación tanto de profesores como de estudiantes, por cuanto ello en sí mismo es una excelente escuela de aprendi- zaje. Esto, a su vez, está asociado a un enfoque horizontal en la transmisión y/o inter- cambio de conocimientos entre profesores y estudiantes, así como a una vinculación igualmente horizontal -de diálogo y reciprocidad- entre la Universidad y el medio externo. Los paternalismos y la verticalidad del poder y/o del conocimiento, ya son prácticas anacrónicas, obsoletas. Finalmente, lo tercero, es destacar la importancia que tiene el mantener viva la comuni- dad universitaria, conformada por estudiantes-profesores/as-egresados/as-graduados/ as, pues quienes antes estuvieron en el aula y ahora están en el medio externo, son los/as mejores interlocutores/as para mantener viva y activa la extensión y vinculación con el medio. Esto, al menos como interface, sirve como un efectivo puente para proyectarse más allá de la comunidad universitaria. El concepto de universidad encapsulada, endó- gena, ya es cosa del siglo pasado.

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