Extensión con sentido país: innovando en las prácticas de extensión, vinculación con el medio y comunicaciones en la Universidad de Chile 2016-2018
36 En Chile, sin embargo, se sigue asociando a la cultura solo con las artes o, incluso, se habla de “artes y cultura” confusamente, siendo que las artes son parte de la cultura. Esta es una visión parcial y restringida que desconoce muchas otras manifestaciones culturales igualmente válidas y vigentes, como son las culturas locales, urbanas y rurales; las culturas científica, humanista y económica, entre otras. De esta manera, “la cultu- ra” es intrínsecamente multidimensional, sistémica y compleja, incluyendo planos tan cotidianos y comunes como el lenguaje, el trabajo, las prácticas y saberes populares, la gastronomía, los ritos, significados y referentes territoriales, etc. Consecuentemente, la gestión cultural tiene un carácter interdisciplinario e, incluso, transdisciplinario. En el caso de nuestro magíster, sin embargo, dado que se ofrece en la Facultad de Artes, se pone un especial énfasis en la “cultura artística”, aunque igual se buscan articulaciones con otras dimensiones de la cultura (territorio, patrimonio, culturas locales, educación, migraciones, etc.) Así entonces, se podrá comprender que la extensión, vinculación y comunicación con el medio es un ámbito de trabajo inherente a la gestión cultural, que naturalmente invita a generar modelos adecuados para su mejor ejercicio profesional. De esta manera se crea el dispositivo “aula-país-aula”, en pleno desarrollo, cuyo objetivo es vincular la actividad académica con el medio externo y viceversa. A partir del año 1990, con el término de la dictadura cívico-militar, en Chile se empe- zaron a desarrollar ciertas políticas culturales, basadas en fondos concursables como el Fondart, centradas en el fomento y desarrollo de las artes. Entonces fue necesario aprender a elaborar proyectos artísticos, para poder postular a dichos fondos. Los con- cursos eran anuales, razón por la cual solo permitían la realización de eventos aislados, de carácter cortoplacistas, todavía fuera de todo proceso de desarrollo propiamente cultural. En este contexto surgió la necesidad de especializarse en el diseño y ejecución de proyectos de “producción artística”, lo cual generó una fuerte demanda de capacita- ción, que la Facultad de Artes supo atender a tiempo. Así se abrieron dos postítulos en gestión cultural, diseñados acorde a las necesidades de la época, con mención en artes visuales (1995) y música (1998). Posteriormente, durante la primera década del siglo XXI poco a poco la complejidad cultural se fue manifestando en sus múltiples dimensiones, aflorando temas tan relevan- tes como patrimonio, políticas públicas y culturales, culturas locales, centros culturales, culturas originarias, migraciones y multiculturalismo, entre otros. Todo esto obligó a evolucionar la institucionalidad cultural chilena, creándose primero el Consejo Nacio- nal de la Cultura y las Artes (2004), para luego derivar en el actual Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio (2018). A la par con este proceso, la Facultad de Artes supo crear oportunamente, el año 2007, el Magíster en Gestión Cultural, MGC, en respuesta a las nuevas necesidades y demandas de la institucionalidad cultural del país y de Chile en general. Años después, una vez concluida la marcha blanca e instalación del programa, a partir de 2012 se empezó a gestionar un plan orgánico que permitiera vincular el aula con la “Comunidad MGC” (estudiantes, egresados, graduados y profesores) y, por cierto, con los procesos de desarrollo cultural del país, asumiendo que la formación de la gestión cultural, por su propia naturaleza, necesita de una simbiosis con el medio externo. En
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