Extensión con sentido país: innovando en las prácticas de extensión, vinculación con el medio y comunicaciones en la Universidad de Chile 2016-2018

306 Las opiniones vertidas en la encuesta que se realiza al final de MateA dan cuenta de que la actividad logra a cabalidad el objetivo de interesar y encantar con las matemáticas. También se logra el objetivo de establecer lazos entre las participantes y de derribar prejuicios impuestos por nuestra sociedad. MateA es, en todos los aspectos, exitosa. Además, se han podido realizar algunas actividades de seguimiento a las estudiantes. Por ejemplo, sabemos que cuatro participantes del primer campamento ingresaron a carreras STEM. De hecho, una de ellas estudia la carrera de Pedagogía en Matemáticas en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile. Además, hay alumnas y profeso- res que han invitado a parte del equipo organizador a sus colegios a realizar actividades en el espíritu MateA. Finalmente, algunas participantes de los primeros campamentos actuaron como ayudantes en la tercera versión. Se cumple así el objetivo de crear una comunidad MateA, que estimule y apoye a las niñas en STEM. En la Universidad de Chile existe el respeto por el conocimiento y la sensibilidad social para que experiencias como MateA sean bien recibidas y cuenten con el apoyo institucio- nal necesario para su éxito. Se cuenta con la calidad de académicos necesaria para asegurar el éxito de las actividades y con el prestigio necesario para que investigadoras de otras insti- tuciones colaboren de forma generosa, diseñando talleres y cursos que resulten atractivos a los participantes. Esto es fundamental pues se requiere de investigadoras en matemáticas, y nuestro departamento cuenta con muy pocas. Sin embargo, con la colaboración desin- teresada y entusiasta de la comunidad matemática nacional, se logra generar un programa atractivo y desafiante para las alumnas y los profesores participantes en MateA. Los principales obstáculos son de gestión, pues manejar del orden de 250 postulaciones no es simple. Si se agrega la compra de materiales, coordinación de salas, conferencistas, etcétera; la complejidad de organizar MateA crece. La Facultad no cuenta con personal destinado a este tipo de tareas y éstas recaen en investigadores, con el consiguiente sacrifi- cio de tiempo hacia una actividad que, si bien resulta muy gratificante, no es considerada a la hora de los procesos de calificación, donde lo que pesa es investigación y docencia. Realizar un campamento de matemáticas para alumnas y profesores, que permite acer- car la Facultad a la sociedad, es definitivamente una experiencia digna de ser replicada en diferentes áreas del conocimiento. Hacerlo en áreas STEM es un desafío que segura- mente rendirá frutos que se verán con el tiempo. Hemos estimado que el impacto es del orden de 10 personas por cada participante, mínimo. Es decir, el último MateA tuvo un impacto en alrededor de 700 personas. Para que la actividad tenga éxito, debe estar diseñada por científicos de alto nivel. Sin embargo, toda la parte logística (compra de materiales, coordinación de colaciones, al- muerzos, etc.) puede ser realizada con algún apoyo administrativo. La recomendación sería que se procurara un equipo de profesionales destinados a organizar este tipo de actividades, así el investigador estaría concentrado en las labores que realmente no pue- de delegar. Estas son la generación del programa, selección de las alumnas, invitación a expositores, entre otras.

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