Extensión con sentido país: innovando en las prácticas de extensión, vinculación con el medio y comunicaciones en la Universidad de Chile 2016-2018

14 Extensión con sentido país. Innovando en las prácticas de Extensión, Vinculación con el Medio y Comunicaciones en la Universidad de Chile 2016-2018 y los saberes populares. Es decir, cuestionaban el concepto de extensión reducido a “difusión cultural”. Domingo Piga, antiguo decano de la Facultad de Artes y uno de los representantes de la Universidad de Chile a la Segunda Conferencia Latinoamericana de Difusión Cultural y Extensión Universitaria de 1972; consideraba que la extensión era una función universitaria articulada con la docencia e inves- tigación, multidisciplinaria, de interacción recíproca (“dar y recibir”), que busca la concientización de la ciudadanía y aportar a los procesos de transformación de la sociedad (Piga, 1972). En este sentido, la extensión no se basaba en lo que la universidad quería difundir, sino en lo que la sociedad necesitaba de su universidad. Estas prácticas y reflexiones, influenciadas por el paradigma dialógico y de reconoci- miento de los saberes populares del educador popular brasileño Paulo Freire (1971) y el proceso refor- mista de las universidades chilenas de 1968, quedaron plasmadas en una nueva política de extensión de la Universidad de Chile (Comisión Nacional de Extensión y Comunicaciones, 1970). Durante la dictadura cívico militar, la extensión volvió a ser modificada y se acogió más a la lógica de servicios y educación continua, como una forma de compensar la reducción del financiamiento esta- tal. Pero, tras la vuelta a la democracia, fueron varios los impulsos de la comunidad universitaria por reposicionar la relevancia de la extensión como función esencial universitaria, derivando en la creación de la Vicerrectoría de Extensión en el año 2006 (que desde 2014 cambia de nombre a Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones, Vexcom). En paralelo, la Comisión Nacional de Acreditación instituyó el concepto de vinculación con el medio como un intento de superar la extensión tradicional (Von Baer et al, 2010). Por una parte, la inclusión de esta área en los procesos de acreditación institucional ha implicado un impulso y una renovada aten- ción de las universidades nacionales a esta función. Pero por otra, ha implicado desvalorizar la historia y tradición de la extensión Chile. Por su escasez de referentes y definiciones claras, el nuevo concepto de vinculación con el medio se ha caracterizado por su ambigüedad (Adán et al, 2016; Fleet et al, 2017; PNUD, 2018). Actualmente, los conceptos de extensión y vinculación con el medio coexisten en el contexto nacional. En algunos casos son usados como sinónimos, y en otros se les asigna diversos usos y diferenciaciones, dependiendo de la institución. Considerando que el concepto de vinculación con el medio fue generado por una institución externa a las universidades y enfocada en la rendición de cuentas, y se construyó con escasa participación de las comunidades universitarias; es que se vuelve particularmente relevante conocer las voces de quienes hoy en día impulsan esta función. La extensión por su parte, es un concepto dinámico y en disputa que, como aparece en el epígrafe, “logra expresar una reflexión crítica y creadora con relación a su momen- to histórico”. A partir de las prácticas vigentes podremos comprender el sentido que estos conceptos tienen para la comunidad universitaria, y darle contenido y forma al nuevo proceso de institucionali- zación que vive la Universidad de Chile. El actual proceso de institucionalización La Vexcom inició en 2014 un plan de trabajo para institucionalizar este ámbito en la Universidad de Chile, en diálogo con el sistema universitario –especialmente con la Red de Vinculación con el Medio del Consorcio de Universidades del Estado de Chile. Esto implicó consolidar una Red de Direcciones de Extensión en todas sus unidades académicas; incluida la Federación de Estudiantes (FECH), las unidades vinculantes a nivel central, el Centro de Extensión Artística y Cultural, los centros de inves- tigación, entre múltiples otras instancias que han logrado trabajar en la co-construcción de conoci- mientos en diversos ámbitos (cultural y patrimonial; productivo y de servicios; comunitario y social). A partir de una comunicación institucional importante y de la organización de un trabajo estratégico —que incluye apoyo de Rectoría y Consejo Universitario— esas redes han permitido reiniciar un ca- mino que ya desde Amanda Labarca venía siendo señero en América Latina. La hoja de ruta estableció sus bases en la colaboración central, local, nacional e internacional, las cartografías móviles, sus datos y análisis. Asimismo, se ha ido alentando a cada unidad en profundizar la reflexividad y las investigacio- nes asociadas a esta misión universitaria con el fin de nutrir al sistema.

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