Manual de oftalmología: curso quinto año
Oftalmología 23 Patología palpebral Desde el punto de vista clínico es muy útil manejar una clasificación ordenada y lógica que nos permita orientarnos y navegar a través de los distintos diagnósticos diferenciales que nos ofrece una patología cuando enfrentamos a un paciente en particular. Así, podemos clasificar la patología palpebral de la siguiente manera: Patología palpebral congénita a) Criptoftalmo Fusión de ambos párpados, no existiendo hendidura palpebral, no se logra ver el globo ocular que habitualmente se encuentra también fusionado a los párpados. Su tratamiento es eventualmente quirúrgico cuando existe un globo ocular con potencial visual. b) Coloboma palpebral Es la ausencia parcial o total de párpados. Su tratamiento es quirúrgico. c) Epiblefaron Es una mal posición de las pestañas que apuntan hacia el globo ocular amenazando con rozar la córnea, producto de un pliegue redundante de orbicular que cabalga sobre el borde palpebral desviando las pestañas hacia el globo ocular. Si no hay afectación de la superficie ocular se recomienda solo observar, ya que en la mayoría de los casos se va resolviendo espontáneamente a medida que la cara del niño va desarrollándose. Si existe evidencia de queratitis o úlceras corneales o síntomas intensos de fotofobia, epífora y dolor ocular debe corregirse quirúrgicamente. d) Euriblefaron Consiste en la separación patológica entre el globo ocular y el párpado principalmente a nivel del canto lateral provocando a veces síntomas de exposición ocular como ojo rojo y ardor. Su tratamiento es quirúrgico y está indicado solo cuando es muy sintomático o provoca una alteración estética muy notoria. e) Epicanto Pliegue cutáneo a nivel del canto interno. f) Ptosis palpebral congénita Se produce por una alteración a nivel de SNC o periférico o del músculo elevador que determina una caída del párpado superior. Esta puede ser parcial o total, uni o bilateral. Como referencia debemos considerar que la posición normal del borde libre de los párpados superiores debe estar 1 mm bajo el limbo. Si el párpado está más abajo debemos sospechar una ptosis. Clínicamente observaremos una asimetría en la altura palpebral en los casos unilaterales, en los bilaterales el niño tendrá cara de sueño o cansancio, existe ausencia del pliegue de belleza palpebral, a veces pueden levantar el mentón al mirar para compensar con la cabeza la caída de los párpados. Cuando en un niño el párpado ocluye completamente el eje visual, se trata de una ptosis severa, con un riesgo alto de ambliopía y debe operarse precozmente apenas se haga el diagnóstico. Cuando la ptosis es leve o moderada y por lo tanto no tapa el eje visual, se prefiere esperar hasta los 3 o 4 años para operarla. Es importante señalar que frecuentemente las ptosis palpebrales congénitas pueden asociarse a problemas refractivos o de estrabismo que hay que identificar antes de operar la ptosis. Patología palpebral adquirida Malposiciones palpebrales Frecuentemente producto de cambios degenerativos seniles, pero a veces también se pueden deber a cambios cicatriciales post traumáticos, post quirúrgicos o tras procesos inflamatorios severos. a) Ectropión Consiste en la eversión progresiva del párpado hacia afuera dejando expuesta la conjuntiva tarsal y la superficie ocular. Va a provocar síntomas como ardor ocular, ojos rojos y epífora. Su tratamiento es quirúrgico cuando es sintomático o estéticamente muy notorio. b) Entropión Es la inversión hacia adentro del borde libre palpebral, lo cual implica que todas las pestañas comienzan progresivamente a rozar la superficie ocular produciendo el consiguiente daño corneal que puede ir desde una queratitis leve una úlcera o perforación corneal. Su tratamiento es quirúrgico. Ptosis palpebral senil Consiste en la caída progresiva del párpado superior por desinserción en la aponeurosis del músculo elevador del párpado. Clínicamente puede ser uni o bilateral, simétrica o asimétrica. Se considera que es severa cuando cubre total o parcialmente la pupila. Su principal causa es la senil, pero también puede deberse a factores mecánicos como tumores o neurológicos (miastenia gravis u otras miopatías). Su tratamiento es quirúrgico. Patología inflamatoria – infecciosa de los parpados a) Blefaritis Consiste en la inflamación crónica del borde libre palpebral por disfunción de las glándulas de Meibomio lo cual genera un ambiente adecuado para la proliferación de gérmenes en dicho lugar, principalmente el ácaro Demodex. Se puede asociar a otras patologías como la rosácea. Clínicamente se manifiesta como un cuadro inmuno alérgico de los párpados lo cual determina: hinchazón y eritema leve de los párpados, prurito, descamación o caspa en el borde palpebral, pérdida de pestañas y epífora. También es factor de riesgo para la aparición de chalazión y orzuelos. La base del tratamiento es mantener un buen aseo palpebral diario, utilizando champú de niños, que no irrite los ojos o bien algún champú especial para los párpados. A veces puede ser necesario uso de corticoides tópicos por tiempo limitado.
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